Capítulo 41: golpe salida y mas celos

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LAUREN POV
Ahora estábamos las dos en completo silencio y en oscuridad. Ella se había acostado en el piso pegada al mueble donde yo estaba por que obviamente el otro mueble no era suficientemente grande como para ella acostarse y yo estaba usando el grande y no le permitiría que se acostara conmigo - Camila- murmuré -¿hm?-

-por favor vete a la cama- le pedí

-no Lauren, es tonto saber que estás durmiendo acá abajo y no conmigo en nuestra cama-

-tu cama- la corregí - bien, mi cama- aceptó para no argumentar sobre lo mismo

-ven entonces al mueble y yo me voy al piso- sugerí pero ella obviamente iba a negarse -no- respondió cortante - o las dos en el mueble o las dos en la cama o tu en el mueble y yo en el piso a tu lado - añadió, ven es una terca esta mujer y no me haría las cosas fáciles -Dios, eres desesperante Camila.- dije levantándome en medio de la oscuridad y cogiendo la sábana y la almohada que tenía para mi - vamos a la cama- dije enojada desde las escaleras y la escuché seguirme. Sabía que internamente ella estaba celebrando y si soy sincera yo también.

Entramos a la habitación en total silencio por que de ninguna manera queríamos levantar a los bebés. Yo me acosté en el que siempre fue mi lado y ella en el suyo - nada de abrazos Camila- advertí antes de apagar la luz de noche -ni quería- bufó y me dio mucha risa por que lo había dicho como si eso jamás hubiese pasado por su mente. Para controlarme a mi misma decidí acostarme dándole a espalda a ella. Ambas estábamos en silencio pero Camila llevaba rato moviéndose demasiado - Laur, ¿estás despierta?- dijo en un tono bajo - ¿hm?- murmuré, no había podido quedarme dormida, numero uno por que estaba en la cama con Camila y numero dos por que ella se estaba moviendo demasiado - ¿puedes abrazarme?- preguntó, y eso que ella ni quería, sonreí-no- respondí.

Ella no respondió a mi negación pero seguía moviéndose hasta que sentí su brazo rodeando mi cintura -Camila- dije en tono de advertencia - duérmete- sentenció y no pude evitar reírme -mandona- dije y ella se unió a mi risa. Parecíamos dos tontas en medio de la oscuridad riéndonos pero a la vez tratando de no hacer mucho ruido por que Mateo y Valentina estaban ahí - tengo el modo koala encendido- dijo y me apretó mas a su cuerpo - ya veo- respondí. No iba a luchar mas con ella, en el fondo o ni tan en el fondo yo quería estar así con ella, en ese momento disfruté tanto estar en silencio, sin discusiones, sin celos y con ella abrazándome que me dormí en tranquilidad como hace tiempo no podía.

Quizás por una hora por que a la una de la mañana un llanto nos despertó a ambas - oh por Dios, como pueden tener tantas fuerzas para llorar tan alto- restregué mis ojos tratando de ajustarme a la oscuridad. Camila estaba despierta pero no se había movido - Camz levántate- la moví un poco. No dijo nada pero se levantó y tomó a Mateo en sus brazos y salió de la habitación. Me sentía incomoda sabiendo que ella tendría que levantarse cada vez que uno de los dos llorara por que yo podía levantarme pero no podía brindarle lo que ellos querían que era su leche. A pesar de que no podía hacer la gran cosa decidí salir de la habitación e ir a acompañar a Camila.

La encontré en la habitación de los bebés en la mecedora con sus ojos cerrados, estaba prácticamente dormida pero tenía a Mateo pegado a su seno. Me senté en el piso frente a ella para acompañarla, estaba con su cara toda dormida, su pelo despeinado pero seguía siendo la mujer mas bella para mi y mas aun viendo esa imagen de ella alimentando a nuestro hijo.

-vete a la cama Laur- dijo al darse cuenta que yo estaba ahí -no, cuando el termine vamos las dos- respondí.

-deberías sacarte leche y guardarla en la nevera para en las noches yo poder ayudar y no sentirme tan mal viéndote ahí toda dormida. Así podríamos turnarnos para alimentarlos en las noches- sugerí y ella asintió - podrías decirme eso mañana en la mañana por que probablemente lo olvidé tan pronto quede inconsciente en la cama- dijo y reí ante su imagen, ni siquiera estaba abriendo los ojos para hablar conmigo.

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