Había una vez, en el Gran Mar, un dúo de piratas legendarios: Shanks, conocido como el Pelirrojo, y Buggy, el payaso. Ambos eran grandes amigos y siempre se metían en todo tipo de problemas juntos. Pero había algo más que les unía: su amor secreto yaoi.
Un día, mientras navegaban por las aguas tumultuosas, una pequeña balsa llegó flotando hasta su barco. Al acercarse, descubrieron a un bebé adorable durmiendo plácidamente en ella. Ese bebé era Luffy, el futuro Rey de los Piratas.
Sin pensarlo, Shanks y Buggy decidieron adoptar al pequeño. Desde ese día, se convirtieron en una especie de familia disfuncional de piratas, siempre cuidando y protegiendo a Luffy de los peligros del mar. Pero también había momentos de diversión y travesuras.
Una tarde, mientras el sol se ponía en el horizonte, Shanks y Buggy recordaron una antigua y tierna tradición que habían compartido con Luffy cuando era un niño pequeño: el juego del monstruo de las cosquillas. Ambos recordaban cómo lo habían acorralado y le habían hecho cosquillas hasta que se retorcía de risa.
Decididos a revivir aquellos momentos especiales, llamaron a Luffy. "¡Luffy, ven aquí! ¡Queremos jugar al monstruo de las cosquillas contigo!", gritaron emocionados. Pero para su sorpresa, Luffy negó rotundamente que eso hubiese ocurrido. "¡No es verdad, ustedes me están mintiendo!", protestó.
Shanks y Buggy no podían creer lo que oían. Habían compartido tantos momentos de risas y diversión juntos, ¿cómo era posible que Luffy no recordara algo tan importante para ellos? Sin embargo, en lugar de enfadarse, decidieron tomar cartas en el asunto.
Ambos piratas rodearon a Luffy y comenzaron a hacerle cosquillas sin piedad. El pequeño Luffy trató de resistirse, riendo a carcajadas, pero finalmente tuvo que rendirse ante el poder de sus padres piratas. "¡Basta, basta!", gritó entre risas. "¡Lo recuerdo, lo recuerdo!"
Shanks y Buggy, satisfechos, dejaron de hacerle cosquillas y abrazaron a Luffy, riendo juntos. "Siempre serás nuestro pequeño monstruo de las cosquillas", dijo Shanks con cariño. Luffy, aún sorprendido por la intensidad de las cosquillas, les abrazó de vuelta y admitió que estaba feliz de tener recuerdos tan maravillosos con ellos.
Desde aquel día, el juego del monstruo de las cosquillas se convirtió en una tradición para la peculiar familia pirata. Cada vez que tenían un momento libre, Shanks y Buggy volvían a acorralar a Luffy y a hacerle cosquillas, recordándole lo especiales que eran para ellos.
Y así, entre risas y travesuras, la familia pirata continuó navegando por los mares, construyendo recuerdos inolvidables y demostrándose el amor que se tenían, sin importar lo extraña que pudiera parecer su relación.
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🅼🅸🆂 🅵🅴🆃🅸🅲🅷🅴🆂. 🅳🅴 🅲🅾🆂🆀🆄🅸🅻🅻🅰🆂
FanfictionHola 👋 está es mi primera historia Cosquillas con los personajes y ships que me gusten