-"Por el resto de la eternidad estarás atada a mi; no importa lo que hagas o haga tu gente por intentar liberarte... Tu cuerpo, tu mente y tu alma me pertenecerán hasta final de los tiempos..."
Yo le pertenecía, no había poder en el mundo que pudier...
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|• Pov ____ •|
Si pudiera deshacer este trato lo haría sin pensarlo. Si tuviera la oportunidad de regresar el tiempo lo haría para nunca haber aceptado.
«Lo odio»
—¿Quién aceptaría un trato como eso?
«Callense»
—Esa marca será tu perdición.
Las miradas de desprecio y despotismo se volvieron comunes, pase de ser vista como una buena chica a ser vista como un peligro o una amenaza, todo el mundo voltea a verte como si de un monstruo se tratara.
«Todos ustedes no lo entenderían»
Ellos no entenderían mis razones. No tuve otra opción, no tuve de otra más que aceptar ser propiedad de esa maldición.
¿Creen que yo quería eso? No. Yo nunca pedí esto.
Odiaba verme al espejo y tener que mirar las marcas en mi frente y cuello. Esa malditas marcas me recordaban cada mañana que yo no iba a ser libre nunca, mi alma estaba condenada por la eternidad a ser suya, aunque reencarnará en humano o en maldición yo sería de su propiedad.
O eso era lo que pensaba meses atrás... Nunca creí que ese pensamiento cambiaría tiempo después.
Hice un trato con lo peor del mundo siendo mi único propósito la protección de lo que más preciaba, hice un trato con el Rey de las maldiciones. Me sentía mal por haberlo hecho, no estaba bien con mi decisión, después de aquel día estaba bien, pero no era agradable estarlo cuando comencé a recibir el rechazo de los demás cuando miraron las marcas en mi cuerpo, todo se volvió un infierno.
Pero no todo era tan malo... El día que hice ese trato sabia que podría tomar ventaja de eso sobre él... Yo no sería de su propiedad... Él sería de la mía.
—Sé que no puedes negarlo... Soy tu perdición Sukuna...
—Eres como una maldita droga. —Me confesó. —Un delirio que me consume.
Antes mis pensamientos de basaban en el arrepentimiento... Constantemente en mi mente divagaba el pensamiento de que si pudiera deshacer mi trato con Sukuna lo haría... Pero ahora... Ese pensamiento ya ni siquiera existe.
Sukuna es mi nemesis y yo el suyo... Lo sabía mejor que nadie.
—Entonces déjame consumir hasta tu último respiro.
El es un rey de la depravación, un asesino sin escrúpulos incapaz de sentir remordimiento, Sukuna es la peor creación del universo... pero pese a ser una maldición y tener aires de superioridad...
—Eres mi reina. Consume por completo...
Yo estaba siendo venerada por un rey que tenía prohibido incluso para el mismo postrarse ante alguien... Me converti en su debilidad y en su perdición...
El romance entre hechiceros y maldiciones era un Tabú, era una ley que si se quebrantaba tendrías consecuencias irreversibles, pero a pesar de saber eso... Yo no podía separarme de él... No. Más bien... Ya no quería hacerlo.
Él se convirtió en mi destino.
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