Capítulo único

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"Pero soy capaz de reconocer tus esfuerzos"

Esa frase se le venía a la mente una y otra, y otra vez.

¿Por qué no podía ignorarlo?

—Wirth, es tu turno.

Love, con su voz chillona de siempre, se atravesó en su campo de visión para devolverlo al juego. Wirth parpadeó con confusión y analizó las cartas que tenía entre manos para escoger la que dejaría en el centro.

Diez de corazones.

Love Cute vio la carta que se encontraba encima, sonriendo con malicia, alzó la última carta que tenía para lanzarla.

—¡Ja! Gané otra vez. Ustedes tontos, no pueden contra mí —dijo mientras se reía cual bruja.

—No subestimes a Abel-sama —Abyss le dedicó una mirada fulminante.

—Olvídalo, Abyss. Solo es un juego —dijo el de tres líneas mientras acariciaba a la muñeca entre sus brazos.

—En la vida están los ganadores y los no ganadores.

—Ya te dije que dejes esa extraña manía que tienes con decir cosas obvias —Olore tomó las cartas para barajar de nuevo.

—Eres muy infantil, Love —Milo miraba con concentración el maniobrar de menos que hacía el más grande.

—Yo solo presumo lo que debo —les dedicó una sonrisa burlona—. Hey, Wirth, ¿acaso una mosca te picó? Parece que has estado distraído todo el tiempo ¿o es que mi lindura te deslumbra? —dijo sonrojada mientras tomaba sus mejillas.

Abel dirigió su vista hacia Wirth, quien tenía la cabeza baja mientras su mirada estaba fija en un punto.

—¿Tienes algo en mente? —preguntó con curiosidad.

Después de unos segundos, Wirth se levantó del suelo.

—Me retiro, tengo cosas que hacer.

—¿Qué? —alargó la "e"—. Parece que te has rendido. ¡Eres tan orgulloso que no aceptas perder!

—Cállate...

El pelinegro salió de la habitación, mientras que las seis personas restantes veían cómo se alejaba.

—¿Qué le sucederá? —Olore repartió las cartas entre los que quedaban con sus ojos moviéndose por cualquier lado.

—Wirth empezó a ser distante después de su encuentro con aquel estudiante de primer año —Abyss mencionó mientras daba una última mirada para luego ver sus cartas designadas.

—Lance Crown —Milo pronunció aquellas dos palabras con lentitud.

—Es un prodigio en la academia Adler, al parecer Mash Burnedead le dejó su lugar como visionario divino.

Love inmediatamente relacionó las palabras "Lance", "Wirth" y "encuentro", curiosa de nacimiento, surgió la necesidad de saber por qué Wirth se comportaba tan diferente después de aquella pelea que tuvo con el de primer año.

"Lance Crown" repitió en su mente.

[. . .]

Se lanzó en su cama mientras sostenía entre sus manos el libro de hechizos que estudió durante niño. Acariciando su lomo, recordó con nostalgia la manera en que luchó y la conversación que tuvo con el estudiante de Adler.

Chasqueó la lengua.

¿Cómo pudieron esas palabras clavar tanto en su mente? Era solo un niño presuntuoso de quince años, arrogante, descarado, y su rival.

Worth || WirthLanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora