Rebeldes 2. Mi Vida fuera de Control. "Reescribiendo"

Capítulo 2.

Me estoy mordiendo las uñas, sé que no debería, que me quedarán horribles, pero no puedo evitarlo. Me han pillado con las manos en la masa.

Mi tío y mi niñero están en silencio, mirándome fijamente como si fuese algún animal pillado a punto de escaparse.

-¿Qué, no vais a decir nada?-Inquiero en un murmullo.

-No somos nosotros los que tenemos algo que decir-Contesta mi tío con voz firme.

Me encojo de hombros-¿Lo siento? No debería haber ido...

-Oh, suena tan sincero...-Dice mi tío.

Soplo.

-No suena sincero porque no me arrepiento, me apetecía divertirme-Me defiendo-Es lo menos ya que me has mandado a un internado... ¡En otro país!

-No hubiese tenido que hacerlo si supieses comportarte-Contraataca.

-¡Soy una adolescente! Es normal que haga este tipo de cosas...-Sigo con lo mío.

-Claro, es normal que embadurne a un director escolar de pintura y plumas en medio de una conferencia importarte-Ironía...-Y tampoco es para tanto que, porque te enfadaras con una chica le cambiases el champú por crema depilatoria, tampoco es para tanto que le rompieras la nariz a tu hermana... ¿Cierto?

Bufo.

-Soy algo temperamental-Comento.

-¡No me digas! No me había dado cuenta-Sarcasmo.

Le ruedo los ojos, pero no contesto. Paso. La sala está es completo silencio. Estoy cruzada de brazos y sé que tengo mi famosa mueca de malhumor. Cejas fruncidas, ojos entrecerrados, labios juntos en una línea, mi pecho alto demostrando firmeza y mi pelo rosa tapando ligeramente mi cara.

Me rindo.

-¿Qué, vamos a jugar a las miraditas?-Refunfuño.

-A no ser que tengas algo que decir-Me diga mi tío-Prefiero que te estés callada, jugando a las "miraditas".

Resoplo.

-Pues bien-Ruedo los ojos.

-Ya no sé si castigarte, porque siempre pasas de los castigos-Continua su sermón.

No digo nada.

-Pero me arriesgaré-Dice él-Ayudarás a la limpieza del internado, te cambiarás de habitación y no harás trabajos en grupo por el momento.

Alzo una ceja.

-¿Estás de coña?-Mis ojos están abiertos como platos.

-¿Tengo pinta de estar "de coña"?-La verdad es que no...

Le miro con molestia, fijamente. Ni se inmuta. Alguien pica a la puerta.

-Adelante-Mi tío no desvía la mirada de mí.

La puerta se abre y entra la directora con todo su "glamour".

-Buenas-Dice la mujer.

-Buenas-Dicen al unísono, niñero y mi tío.

-Vengo a informarles de que ya he habilitado una habitación para ella-Dice.

Alzo una ceja.

-De acuerdo, gracias-Dice mi tío, se gira hacia ella i estrecha los ojos con amabilidad. Las arrugas alrededor de los ojos se hacen más pronunciadas.

-Está en la última planta, y es la última puerta por el pasillo derecho-Dice, y le entrega a mi tío unas llaves-En ese pasillo duermen profesores, así que le pido por favor, Ashley, que no haga escándalo.

La miro con cara de pocos amigos, ella me ignora. Le sonríe a mi tío, y añade:

-Cualquier cosa...lo que sea...puedes venir a mí-Y se va.

Mi boca debe llegar a mi rodilla en este momento, mi tío no ha notado la indirecta, y mi niñero está impasible.

-¿Has notado, siquiera, la indirecta?-Le digo, aunque sé la respuesta.

-¿Qué indirecta?-Frunce el ceño.

Me golpeo con la mano abierta en la frente, y murmuro: "Increíble".

-Déjalo-Le digo.

-Bueno, ya has oído tu castigo-Me dice-Vete a tu antiguo cuarto, y recoge tus cosas.

Le saco la lengua como una niña pequeña. Me da igual.

Al llegar allí, todos mis amigos están esperándome. Bufo, frustrada, y me dejo caer en "mi cama".

-¿Qué ha pasado?-Emily es la primera en hablar.

-Me mudo de habitación-Respondo escueta.

-¿Por qué?-Inquiere Crystal.

Me encojo de hombros.

-No sé, pero voy a estar en el piso donde están las habitaciones de los profes-Le digo, furiosa-En el ala aislada. ¡Como si tuviese la peste!

-Te iremos a ver-Asegura Blaz.

-No será fácil-Me acerco a él, y me siento en su regazo.

Le beso, y la pasión estalla por todos lados. Una tos nos detiene.

-Bueno, buscaremos la forma de que sea fácil-Murmura aún cerca de mis labios.

Sonrío.

-Lo sé, y nos vamos a divertir-Nos miramos los unos a los otros.

No nos divertimos. Aparentemente estoy fuertemente custodiada. Mi tío pasa de vez en cuando para asegurarse que esté sola, lo mismo Isaac y otros profesores.

Me voy a volver loca.

Eso es lo que pensé a las 3:00 a.m. No me podía dormir, me estaba aburriendo y me sentía como en una cárcel.

Murmuro maldiciones contra mi almohada, y me incorporo de mi cama. No hace falta mirarme en el espejo para saber que: mi melena rosa debe parecer un nido de pájaros abandonado, que parece que me hayan pegado dos puñetazos en mis ojos y de mi expresión de niña del exorcista.

No deseo matar a nadie, así que espero que no se crucen en mi camino al baño. Un baño compartido con los profesores.

"Yujuu"- Nótese la ironía.

Me adentro en el baño estéril, es de un blanco impoluto y tiene varios enormes espejos repartidos a lo largo de una de las paredes.

Me miro en el espejo, y como yo pensaba, mi apariencia es de todo menos agradable a la vista.

Suspiro, y abro el grifo del agua. .Ésta sale helada, pero no me inmuto. Las sumerjo y me mojo la cara para despejarme.

Lo siguiente que hago es intentar arreglar mi melena. No queda perfecta, pero no parece que me hayan atacado.

Al salir, me topo con Isaac.

-¿Qué haces levantada?-Inquiere.

-Echando una meada-Me mofo de él.

Arquea una ceja.

-No hacía falta que fueses tan específica-Dice.

-Tu preguntaste-Le sonrío-Pero no he hecho nada, sólo me he mojado la cara.

Paso por su lado, pero me detiene del brazo. Nos miramos fijamente, sin hablar. No sé si pasan minutos o segundos, pero me acabo girando por completo hacía él.

Lo miro, y él me mira. No pienso en Blaz, pienso en Isaac. No sé qué me pasa, pero me siento muy atraída hacía él.

Él se me acerca, y yo...Yo doy el paso. Le beso, sin pensar en las consecuencias.

N/A: ¡He vuelto!

Y sí, con un triangulo amoroso, sé que es un cliché, pero no será el típico cliché, ya lo veréis más adelante.

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Hasta pronto:)