Efrit no conocía personalmente a la princesa Ariana, lo poco que sabía sobre ella era por rumores y los constantes halagos que hacía su hermano mayor cuando hablaba sobre las visitas que ella hacía cada cierto tiempo; desafortunadamente él solía estar de cacería, por lo que la oportunidad de verla con sus propios ojos no se había presentado... hasta ese momento.
Habiendo escuchado la mención de la posibilidad de que la princesa estuviera en el banquete lo hizo apresurarse; previamente habría anunciado que no tenía deseos de asistir a dichas formalidades, por lo que se encontraba entrenando; pero ahora la situación había cambiado.
Dejando de lado su "educación" corría rápidamente por los jardines del palacio en camino hacia donde suponía que se haría el banquete, solo para escuchar una dulce voz una vez que se subió a un árbol para ingresar por el balcón.
--- Vaya, sí que hace mucho calor en
Xek, ¿No lo crees hermana?.--- Si es verdad.
Ariana se encontraba en dicho balcón, tomando un respiro del abrasador calor del banquete, junto con su hermana mayor, giraba un poco su copa al soltar una pequeña risa en gracia por la obviedad de su comentario; suspirando una vez más, su mente volvió a divagar, pensando en lo mucho que deseaba conocer a su futura ardiente joya, preguntándose el por qué no había llegado al banquete aún.
Aquellos pensamientos habrían continuado de no ser por el estruendo que se escuchó a su espalda, el sonido de las ramas y hojas moviéndose el árbol que estaba a menos de dos metros de ella, preparada para atacar habría dejado su bebida de lado, girando rápidamente hacia donde se encontraba el sonido y saber donde atacar; aquella mirada por un segundo apagó la lógica de Efrit.
En esos segundos posteriores su mente solo podía generar halagos para la mujer que estaba frente suyo.
Admiraba el color platino de su cabello y sus profundos ojos color amatista, ante él sentía ver una mujer divina creada por el mismo Dios del sol en nombre de su amada.
Mientras la mente de Efrit divagaba, Ariana lo observaba con furia por la enorme falta de respeto de llegar de esa manera ante ella; ¿Solo por que era una princesa de otro reino estaba bien que la interrumpieran de ese modo?, sin obtener respuesta debido a que no podía ver el rostro del general, alzó su voz en un tono severo.
--- ¿Quién se cree que es para venir aquí sin siquiera entrar por la puerta?
El tono severo de Ariana ayudó a que la mente de Efrit volviera a sus carriles, por lo que con una pequeña reverencia y la mano en el pecho él se disculpó como pudo; lo que menos deseaba era tener un pleito con aauella hermosa mujer frente suyo.
Le habló Ariana, tal parece que está molesta.
--- Me disculpo si las asuste, Sus Altezas, pero usted me sorprendió con su belleza, así que, digamos que estamos a mano"
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La santa de arbella I ﷼Las joyas de la princesa﷼
FanfictionJanet de sacramise primera hija de la emperatriz y el emperador despierta se divinidad a los cinco años siendo el orgullo de su padre y madre junto a su hermano menor Ares, tiempo paso y su hermana menor Ariana nació todo era felicidad cuando la mue...