capítulo IV: el "secuestro"

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En el almacen en donde estaban Annie y sisifus, había un aire tenso, pues si bien los eldar se llevaban de manera tolerable con el imperio, no se puede decir nada de los drukhari. Pues si bien siguen siendo aeldari, estos aprovechan el tratado de relaciones imperio-eldar para secuestrar humanos con mayor facilidad. Tal es el caso de sisifus, el cual estaba a punto de sellar su destino con unas simple conversación.

Annie, la drukhari. Se acercó a su amado humano, sus ojos estaban distorsionados por su sobredosis de afrodisíacos y drogas de combate. Sus ojos estaban presentando coloraciones rosas y azules, mientras se acercaba Annie a su amado. O mejor dicho, su nuevo juguete. Este último no podía evitar el temblar de miedo, no sólo por si aspecto sino que era la primera vez que veía a una drukhari, está se acercaba hasta que solo habían centímetros de distancia entre ellos, Annie se inclinó hasta que sus labios estaban a meros milímetros de su oído y susurro "sabes esas cartas en tus barracas? Yo las escribí" sisifus se sentía abrumado por la idea de gustarle a una drukhari. Pues los drukharis tienen una forma retorcida de expresar amor, desde obligar a su amado a aceptar su amor a base de romperlo tanto física como mentalmente si este se niega a aceptarlo, Annie volvió a susurrar en el oído de sisifus "tu debes de considerarte suertudo, pues ningún mon'keigh tendrá la oportunidad que te ofrezco" en cuanto esas palabras entraron a su oído. Sisifus palideció, sabía lo que venía después, así que con una voz temblorosa pero manteniendo su postura dijo "que ofreces?" Y la drukhari respondió "te ofrezco la oportunidad de mantener a tu regimiento con vida, solo tienes que venir conmigo" la drukhari habló mientras su lengua se retorcía en su boca con la idea de tenerlo sin ninguna resistencia, sisifus en cambio. Estaba pálido cual fantasma, pero respiró profundamente y se sentó en una caja de suministros y dijo con lo que le quedaba de dignidad "muy bien, iré contigo. Si eso asegura que tu flota no va a secuestrar a mis compañeros y mi comisario, pues entonces que así sea"

Luego de que la drukhari pusiese un collar localizador en su amado y lo llevara a su nave. Donde habían otros drukharis haciendo varias cosas, desde arte hasta orgías y consumo de drogas

Esta lo llevo a su celda y cuando la drukhari entro a su habitación, se lanzo a la cama gritando agudamente hacia las almohadas, revolcándose en las sábanas y gritando "no lo creo, si paso" para luego ser cortada por unos golpes en su puerta y uno de sus compañeros de nave diciendo "baja la voz, algunos queremos drogarnos en paz" con una voz que demostraba su descontento. Luego de ese suceso, la drukhari abrió su diario y escribió es experiencias. Cómo se sentía, como lo veía y las cosas que haría para poder tener a su hijo hasta incluso llegar a dibujar como se verían sus hijos, por otro lado.

Sisifus estaba en una celda solitaria, el collar localizador actuaba no solo para localizarlo, sino para evitar que otros tomaran a su presa recién conseguida

Este se preguntaba si fue buena idea el venir aquí, pero un drukhari vino a hablar con el "eres el novio de Annie, cierto? Ella me contó sobre ti" el drukhari respondió "disculpa mis modales, mon'keigh. Pero no me presenté, soy ru'len. Amigo de Annie" el drukhari añadió mientras se sentaba en una silla plegable "te voy a decir una cosa, tienes suerte de que ella te haya puesto ese collar. Pues ella antes se la pasaba encerrada en su cuarto leyendo esas cosas que tu gente hizo, los mangas. Y desde que leyó esas cosas siempre estuvo pidiendo a gritos un novio y un hijo, tu sabrás a lo que me refiero." Ru'len tomo un mordisco de la barra de caramelo que sostenía en su mano "así que ...soy su esclavo sexual?" Decía sisifus con un expresión confusa "algo así, pues yo no te consideraría esclavo sexual de Annie. Ella no es lo suficientemente sádica como para hacer las cosas que se le harían a una esclavo sexual"  el drukhari añadió mientras comía su barra de caramelo

El guardia se quedó pensativo ante esa declaración, preguntándose qué pasará con el

prisionero en una familia no deseadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora