𝘗𝘳𝘰𝘭𝘰𝘨𝘰

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El sonido de la cerradura sonó en toda la habitación con gran rapidez, casi brusco, abriéndose la puerta creando una capa de aire por el movimiento y topandose con la pared con tapiz de el departamento donde el reconocido y único detective consultor, Sherlock Holmes y su fiel compañero Dr.John Watson vivían.
—Sherlock! —Grito John Watson buscando con la mirada a su pareja.
John Watson había recibido una llamada por parte de su casera, la señora Hudson, preocupada por una explosión que se había escuchado hasta el primer piso del departamento y había hecho caer un poco de escombros. Hacía 10 minutos que había salido casi volando de la clínica general dónde trabajaba y habia tomado el primer taxi que se le atravesó,  esperando no ver a un accidentado Sherlock Holmes por sus descuidos frecuentes por los experimentos que hacía para mantener su cerebro ocupado y no hacer cosas irresponsables por su aburrimiento.

Watson observaba los alrededores, las habitaciones, el baño y la cocina, estaba a punto de estallar en un momento de estrés y preocupación por su pareja, observaba alguna diferencia en los sillones propios de cada uno de ellos, el papel tapiz con más de un agujero de bala, hasta reviso en la calavera tal vez no decoración de plástico y no había nada o algún cambio poco común en la actitud de Holmes que provocó que hiciera algún movimiento incierto pero no había mucho cambio más que la porción ahora reducida de los dedos humanos del refrigerador. Con un dolor latente en su frente solo se sentó en su sillón y bajo sus manos para cubrir sus ojos en un intento de bajar el sentimiento de preocupación que empezaba a hacer estragos en su cuerpo, por unos minutos se mantuvo así pensando en el paradero de Holmes y como hablaría con Mycroft Holmes para pedir ayuda y esperar a que todos los soldados de la reina se desplegarán. Con un suspiro cansado y angustiante, abrió sus ojos lentamente y mirando su regazo, topandose unos ojitos grandes y saltones color azul celeste tan reconocibles por una pequeña nutria con pelaje café oscuro, levantada en sus 2 pequeñas patas que se posaban en su estomago, tenía una pequeñita bufanda color azul y unos ricitos negros en su cabeza que sobresaltaban de entre todas las cosas.
—Sherlock..?















𝑆ℎ𝑒𝑟𝑙𝑜𝑐𝑘 𝑝𝑎𝑡𝑖𝑡𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑟𝑡𝑎𝑠 <<𝕁𝕠𝕟𝕙𝕝𝕠𝕔𝕜>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora