Capítulo 13

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Me cambie la ropa por un pijama de tirantes mas cómodo.

Había salido temprano al Spa de Nina, y había llegado hace poco de vuelta, los días habían pasado lento.

Mi pobre yo de hace algunas semanas pensaba que trabajar con Nina, sería fácil, no tendría que hacer mucho, pero viendolo ahora, querída Emma del pasado, no tienes ni idea de lo jodido que es estar a cargo de todo, el doble de turno que cubrias en la paletería y con algo más de trabajo del que tenías.

La paga había mejorado, muchísimo, pero junto a ella, las responsabilidades que tenía ahora, eran el triple de lo que imaginaba.

Tome mi laptop, mis auriculares, el libro que estaba leyendo y mi celular, para ir al balcón que había en mi habitación, deje las cosas en la mesa y baje directo a la cocina para prepararme un cuenco con cereal y leche.

Ya eran pasadas las nueve de la noche y moría de hambre, pero el cansancio del día, me evitaba preparar algo decente para cenar.

Desde hace algunos meses, había agarrado la costumbre de tener una tasa de café, algo para comer y un vaso con un poco de agua, cuando debía actualizar algo en el blog.

Desde mi balcón tenía la vista de la montaña y las luces de la ciudad a lo lejos, podía ver el cielo, junto a los pequeños faroles de algunas casas cerca de donde me encontraba, el clima siempre estaba en su punto ideal para dejar que mis pensamientos volaran por si solos, perfecto para acompañarme a plasmar mis ideas en aquel blog que tanto amaba.

Habían veces, en las que la ansiedad me consumía a tal punto en el que me desesperaba y en el que no me encontraba a mi misma, así que necesitaba tener una cajetilla de cigarrillos para relajar mis cansados pensamientos, sentir como el humo llenaba mis pulmones y me relajaba en su paso.

Buena manera de morir lentamente, decían Leidy y Luigi cuando venían a verme, o cuando salíamos a dar un paseo, pero siempre podías escucharme a mí diciendo que era el ultimo aunque siempre había encontrado la excusa perfecta para refugiarme en algo que me hacia daño, pero también me ayudaba cuando no encontraba cómo salir de mi ansiedad.

El tema del que hablaría hoy en el blog se titulaba:

No siempre las cosas son como las planeamos...

Cada persona planea su día o vida de forma distinta, pero no siempre las cosas se dan de esa manera.

Hay situaciones o personas que nos hacen cambiar los planes, metas o proyectos que teníamos, en algunas ocasiones puede ser para bien cómo también pueden ser para mal, lo importante de todo es como lo tomes o en que te ocasione estabilidad.

En qué esos planes te ayuden a crecer como persona o laboralmente, y es allí donde cada uno debe tomar sus propias decisiones...

Sí, me he ido un poco de él tema —cómo cosa rara— pero a dónde quiero llegar, es que, no importa el plan que tengas en mente, siempre debes dar lo mejor de ti para conseguirlo, sin importar las trabas que tengas o de quién venga, lo importante es crecer personalmente.

Sea junto con amigos o familia, cómo puede ser en pareja o solos, la meta siempre debe ser la misma, y en muy pocas ocasiones debería cambiar.

Dicen que rendirse es de cobardes y seguir es de valientes, pero ¿Qué sucede si el valiente se cansa de tanto seguir y se termina rindiendo?

¿Automáticamente se vuelve un cobarde?

¿O sigue siendo un valiente?

Dichos como ese, son los que la sociedad ha creado para catalogar cómo débiles, a todo aquel que no pueda más, sin darse cuenta que de esa forma lastiman a las personas a su alrededor.

Love Yourself, Emma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora