En un día abrasador en el circuito "Hermanos Rodríguez" de la Ciudad de México, Sadie Ross viajó desde su ciudad natal de Melbourne, Victoria, hasta México con un único propósito: presenciar el desempeño de Oscar, su inseparable amigo desde la infancia. A pesar de estar inmersa en sus estudios de periodismo en la universidad, Sadie, actualmente de vacaciones, no dejó pasar la oportunidad de sorprender a su mejor amigo.
Oscar, quien había hecho su debut en la Fórmula 1 ese mismo año, había enfrentado una agenda apretada, y la ocupación de Sadie con sus estudios no le permitió estar presente para él en un día tan importante. Decidida a compensar esa ausencia, Sadie tomó un vuelo a México en el primer día de sus vacaciones para estar allí y apoyar a su amigo.
La ansiedad se apoderaba de Sadie. Había pasado bastante tiempo desde la última vez que vio a su amigo, y mucho más desde que lo presenció en acción como piloto. Con el objetivo de disfrutar de un momento a solas con Oscar antes de la carrera, decidió abordar un vuelo temprano, anticipándose al inicio del evento.
Su nerviosismo no solo estaba vinculado a la emoción de reunirse con él después de un prolongado periodo, sino que también se veía acentuado por un sentimiento más profundo. Desde hacía mucho tiempo, Sadie guardaba en su corazón un amor silencioso hacia Oscar, añadiendo una capa adicional de tensión a la anticipación del reencuentro.
Nunca pudo confesarle esto a su amigo. Mucho tiempo antes de terminar la secundaria, Oscar ya había comenzado su camino a convertirse en piloto. Desde muy chico había tomado clases de karting, que luego lo llevaron a donde está ahora, pasando por la Formula 3 y la Formula 2. Cuando terminaron sus estudios, ambos tenían muy claro qué caminos iban a tomar en sus vidas. Oscar como piloto y Sadie como estudiante universitaria.
Sadie había albergado sentimientos más profundos que una simple amistad hacia Oscar durante un extenso período. Sin embargo, consciente de que sus vidas tomarían direcciones diferentes, optó por guardar silencio. La idea de expresar sus emociones siempre estuvo acompañada por el temor de que revelar su amor pudiera poner en riesgo la sólida amistad que compartían. La simple posibilidad de que Oscar pudiera distanciarse al enterarse de sus sentimientos la llenaba de angustia y temor, llevándola a decidir mantener sus emociones en secreto.
Sadie llegó a la Ciudad de México sin que Oscar tuviera conocimiento de su presencia, dirigiéndose directamente hacia el autódromo. Su sorpresa fue evidente al contemplar cómo, poco a poco, una multitud apasionada de fanáticos llenaba el lugar. Una cálida sonrisa iluminó su rostro al percatarse de que entre la multitud, numerosos aficionados de McLaren lucían camisetas con el número de Oscar y su apellido, creando un ambiente de apoyo palpable que la llenó de alegría.
Sadie había entablado conversación previamente con la manager de Oscar, quien ya la conocía gracias a las múltiples ocasiones en las que el piloto había compartido detalles sobre su mejor amiga. Cuando Sadie compartió su plan con la mánager, esta le envió un pase VIP varios días antes de la carrera, el cual simplemente tuvo que mostrar a los guardias de seguridad para acceder sin contratiempos.
En cuestión de minutos, Sadie se hallaba frente a los boxes de los dos pilotos de McLaren, quienes estaban colocados uno al lado del otro. En el primero, destacaba el rostro del piloto Lando Norris junto a su apellido, y en el segundo, el rostro de Oscar y al igual que el anterior, su apellido en letras mayúsculas. La incredulidad se reflejaba en los ojos de Sadie al contemplar que su amigo había alcanzado tan lejos en su carrera. Entró al segundo box y esperó a que Oscar apareciera para poder sorprenderlo.
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En Secreto | Oscar Piastri
FanfictionSadie Ross, una estudiante de periodismo de Melbourne que se encuentra de vacaciones, viaja de manera sorpresiva a la Ciudad de México para apoyar a su mejor amigo de la infancia, Oscar, quien recientemente ha debutado como piloto en la Fórmula 1. A...