Capítulo 2: Corazón Roto

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Sadie eligió un rincón discreto en el box para no interferir con los trabajadores ocupados en el auto. A pesar de la efervescencia del lugar, quienes se encargaban del vehículo se acercaban regularmente para asegurarse de que la encantadora joven australiana se sintiera cómoda. Su hermoso rostro llamaba la atención de cualquiera, pero su precioso pelo negro y sus ojos marrones hipnotizaban a todos a su alrededor. 

Allí lo vio. Oscar se acercaba hacia allí con su compañero de equipo. Sadie había olvido por completo lo precioso que era su amigo, esa belleza que la había hecho caer a sus pies desde que tenía uso de razón. Oscar estaba visiblemente más fornido a causa del exhaustivo entrenamiento del deporte. Ya no era un niño de secundaria. Ninguno de ellos lo era.

Sadie lo observó acercarse más y más. El piloto aún no se había percatado de la presencia de su amiga. Ella caminó hacia afuera del garaje hasta que Oscar la tuvo solo a unos pasos de distancia.  

"¡Sadie! Eres tú, no puedo creerlo." Oscar se acercó mucho más para abrazarla.

"Casi no te reconocí, estás muy bien y ya eres famoso." Sadie se río. 

"Y tú estás distinta... Para bien, claro." Oscar la miró de arriba a abajo olvidando la presencia de su compañero de equipo a su lado. "El es Lando, es el otro piloto de McLaren, compañero y amigo. Lando, ella es mi mejor amiga Sadie." Piastri no fue el único en mirar a Sadie de arriba a abajo. Lando había quedado perplejo.

"Vaya... No sabía que tu amiga era tan hermosa."

Sadie sonrió ante el cumplido. "Encantada. He oído mucho sobre ti en las noticias, bueno... sobre ambos."

"¿Por qué no me avisaste que venías?" Oscar interrumpió a Lando antes de que pudiera volver a hablar.

"Quería darte una sorpresa..."

"No me lo creo..." Oscar volvió a abrazarla. "De hecho fue una excelente idea, tengo demasiadas cosas que contarte pero primero... Quiero presentarte a alguien." 

Oscar se despidió repentinamente de Lando y Sadie hizo lo mismo. Tomó la mano de Sadie y la arrastró a una pequeña área de su garaje en donde se encontraba una chica de cabello largo castaño y unos ojos verdes que podían hacer que cualquiera se pierda en ellos y un rostro similar a una muñeca de porcelana. Definitivamente debía ser modelo.

"Ella es Lily, mi novia." Dijo Oscar con una sonrisa. 

Sadie se sintió como si el mundo se detuviera por un momento al escuchar esas palabras. Lily le ofreció una sonrisa amable, pero sus ojos buscaron instintivamente la mirada de Oscar en busca de alguna confirmación. Oscar, por otro lado, parecía emocionado por presentar a Lily, sin darse cuenta del torbellino de emociones que desataba en su amiga.

En Secreto | Oscar PiastriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora