Con la muerte de su padre, Andrea Wagner debe regresar a Alemania luego de seis años de ausencia, al momento de la lectura del testamento la familia Wagner queda en completo shock, Andrea queda como la albacea de la fortuna familiar y la única dueña...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPITULO DOCE
UN REENCUENTRO INESPERADO
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
NUEVE AÑOS ATRÁS, PASADO.
Andrea escapaba de los castigos que su madre le proporcionaba y exploraba los enormes terrenos de la finca perteneciente a su familia, fue así que encontró un bello pero secreto lugar de donde se podía ver la mas grande belleza de todas, los viñedos que tanto amaba. Escapando de la histeria de su madre fue a refugiarse en su escondite, lo que no esperaba es que alguien mas había encontrado ese lugar.
Era un muchacho al que nunca había visto trabajar en la finca y le aterraba pensar en que podría decirle a su madre a donde iba ella cada que intentaba castigarla terriblemente, sin embargo, el muchacho también parecía confundido y avergonzado al verla llegar hasta el escondite.
- Lo siento, no sabia que nadie mas conocía este lugar. Le pido que no le diga a mi patrón o se enfadara porque no estoy trabajando.
- No se lo diré a nadie si tu no le dices a mi madre que vine aquí tampoco.
- ¿Tu madre?
- La señora Eloisa.
- Espera... Tu...¿Eres la hija del señor Bernardo? Dios mío, discúlpeme señorita por hablar de forma tan desvergonzada.