Min yoongi, reconocido forense en un pequeño pueblo llamado Arzea, es famoso por dejar a los difuntos como si estuvieran en un sueño profundo y eterno
Él se encontraba felizmente casado con una joven llamada Yae, pero al poco tiempo de comprometer...
Min Yoongi se encontraba preparándose para un largo viaje de trabajo, pues el alcalde del pueblo cercano había fallecido y habían contratado sus servicios, así que tuvo que verse obligado a dejar su hogar durante unas semanas para cumplir con dicho compromiso
Kim Yae su prometida con quien llevaba casado 3 meses se quedó en casa, con el remordimiento de no decirle a su prometido que se había estado sintiendo muy mal últimamente, pues preparar a un alcalde era una oportunidad muy grande para ganar un buen dinero y no iba a detener a su novio de ganarlo.
Yoongi la había notado un poco más pálida y delgada de lo normal, pero a pesar de insistirle en saber si algo le ocurría, ella se comportaba renuente y se molestaba con él por estarla cuestionando, dudoso aceptó el trabajo y comenzó su viaje, sin saber que sería la última vez que vería a su querida Yae.
El viaje no fue para nada fácil, eran alrededor de 3 días enteros para llegar al pueblo aledaño, solo rogaba a llegar universo que al llegar el cadaver no estuviera en tan malas condiciones, el funeral del alcalde duraría 2 semanas, pues así lo indicaba la tradición local, al ser alguien tan querido y respetable, Min tenía que estar hasta el día del entierro para cerciorarse que el cuerpo mantuviera su aspecto cuidado e intacto.
A la semana de haberse ido, Yae empeoró , parecía un esqueleto cada vez más, no dejaba de vomitar sangre y cada día estaba más débil, hasta que unos días antes del regreso de su prometido, dio su último suspiro.
El joven aquel jamás se hubiese imaginado lo que estaba pasando en su hogar, la familia de Yae se negó a que le enviaran una carta para informarle del deceso de su novia, pues sabían que ganaría mala fama por no cumplir con el compromiso que tenía , así que esperaron a que regresara para darle la fatídica noticia.
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