Hoy al levantarme decidí sentarme a desayunar en la mesa que está en el patio. El clima era bastante agradable en comparación a días anteriores. Extrañaba escribir al aire libre, disfrutando del silencio que supone vivir en una casa apartada de la sociedad. Sentir las caricias del sol sobre mi piel, y disfrutar de la vista simple y verdosa a mi alrededor que ayuda a despejar mi mente. La suave brisa que me impide sentirme acalorado por los rayos del sol, el aroma a café que emana de mi taza… Es el ambiente ideal para liberar mi mente, para plasmar mis ideas sobre papel y expresar todo aquello que resguardo tras las paredes de mi psique.
Observando a mi alrededor, mi vista siempre termina en el mismo árbol… El limonero. Realmente no tiene nada que lo haga destacar del resto de arboles, pero ahí está, robándose toda mi atención. Con sus ramas largas, sus hojas verdes y sus limones amarillos, me dejan ver que sus raíces llevan un tiempo creciendo bajo mis pies. Lo he contemplado de cerca en innumerables ocasiones, admirando cada marca en sus hojas y recogiendo sus limones cuando estos están lo suficientemente maduros. El jugo de su fruta es nuestro mejor remedio para el dolor de garganta. Sin dudas se ha vuelto un amigo cercano con tan solo existir en nuestro patio. Ha escuchado varios de mis escritos mañaneros, ha contemplado como lucho por encontrar sinónimos para no repetir palabras, como borro y vuelvo a escribir lo mismo de una forma más bonita. Ha sido testigo de mi autocritica, sin apoyar o negar lo que me digo a mi mismo y a mis escritos. Es el compañero más fiel que tengo en este nuevo hogar.
Lo he visto caer por la tormenta, perder partes de si mismo por el viento y la lluvia. He visto como sus ramas se fragmentan y terminan en el suelo. No podía hacer nada para ayudarle, pues me encontraba demasiado ocupado refugiándome de aquella misma tormenta para no padecer el mismo destino.Durante el temporal veía desde la ventana como te balanceabas con la ventisca, esforzándote por mantener la compostura ante el caos. De cierta forma… Me vi reflejado en ti. Fui capaz de comprender tu situación sin necesidad de vivirla como tú lo hiciste. Podía sentir tu dolor a la distancia y entender tu esfuerzo por permanecer de pie ante la adversidad. Te inclinaste hacia el suelo y dejaste caer aquellas partes dañadas que se habían vuelto un peso para ti luego de ser arruinadas. Te habías aferrado a ellas con todas tus fuerzas, pero al final del día, solo las dejaste ir… Te liberaste de su peso y seguiste adelante, nutriendo tus raíces con el agua de la lluvia y secando tus hojas en la superficie con los rayos del sol de los días siguientes.
Fue duro ver tus ramas en el suelo aquella mañana. Te veías triste mirando hacía abajo, parecía que querías rendirte por completo y recostarte junto a aquello que perdiste. No pude hacer más que recoger los limones de aquellas ramas abatidas por el temporal. No fue hasta que me senté en la mesa del patio a desayunar como de costumbre, que me percaté de que en una de tus ramas, había crecido una flor. Una pequeña y hermosa flor blanca había sido capaz de crecer entre todo el caos. De verdad me sorprendió… Al verla, toda esa pena que sentía cuando miraba tus ramas en el suelo, se transformó en admiración. Me sorprendió el percatarme de que a pesar de lidiar con una tormenta desgarradora, no solo pudieras seguir en pie, sino que fueras capaz de hacer crecer una flor. A pesar de la situación, lograste construir algo hermoso en ti. Tal vez no muchos se percaten de ello, y tal vez ni siquiera tu mismo te hayas percatado de aquel suceso. Probablemente se dio de manera inconsciente, pero ahí está. Puedo verlo claramente desde donde estoy. Soy capaz de visualizarlo y entenderme a mi mismo a través de ti. A través de tus vivencias, a través de tu imagen completamente diferente pero igual a mía.
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La flor del limonero
PoetryA veces las cosas más simples terminan por ser inspiradoras para uno. Vivimos en un mundo que parece estar en una carrera interminable. A veces debemos detenernos un segundo a observar nuestro alrededor, solo así nos daremos cuenta de que hay detall...