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El caserío Llorens Torres se describe como uno de los barrios más violentos de la isla donde el tráfico de drogas se distribuye entre diferentes partes de Puerto Rico. Cuenta con dos bichotes dicho caserío y para nadie es un secreto que hay una rivalidad por tener un dominio sobre quien mandaba y quien era el mejor vendiendo mercancía ilícita a los clientes más sobresalientes del bajo mundo.

Por lo general no habían dos bichotes para un solo lugar pero Llorens Torres hacía una
excepción con Luar la L y Ousi. Desde que eran unos chamquitos que no sabían un carajo del mundo siempre llovían los puños y malas palabras cada que se veían por cualquier lado, nadie sabía por qué tanto odio entre los dos pero siempre fue así. Ya de grandes fue peor tanto que se habían formado bandos donde cada quien formaba parte del corrillo de ambos, llegabas a hablar con alguien del bando contrario corrías la mala suerte de ser desaparecido del mapa. Pues ambos creían que esa persona era chota y podía decir información con la intención de joder a uno de ellos.

Ambos portaban un carácter fuerte haciendo que sus personalidades chocaran y nadie corría el riego de tan siquiera hacerlos enojar, un paso en falso y terminabas con una bala sobre tu cabeza. No muchos foráneos iban al caserío por la mala fama que tenía el lugar, los débiles no aguantarían un segundo pisando suelo venenoso, los valientes por presentaos los hacían desaparecer; nada se les había perdido ahí.

La policía no metía mano por que con solo ver una patrulla policíaca se abrían las balas y los agentes mucho no se arriesgaban a perder más oficiales. Si, era inasequible acceder tan siquiera por el portón del caserío ya que todo estaba vigilado por matones solo los residentes podían entrar o salir.

Era una puta fortaleza el jodio caserío. Pero los más jodio del caserío eran sus bichotes que no tenían piedad sobre nadie podían tener unos códigos pero cuando traicionabas los códigos ninguno era indulgente con los chotas o quien fuera.

Podían tener una fama terrible pero eso no les impidió a los dos tener mujeres a su lado acompañándolos a cualquier lugar no importaba lo peligroso que era. Las mujeres del caserío se mataban por ser elegidas para ser la mujer del bichote y así convertirse ellas también en bichotas pues las cosas eran tan malas en San Juan que ellas no tenían muchas oportunidades para forjar un buen futuro, ir a la universidad o tan siquiera casarse con alguien decente.

Sus únicas opciones eran meterse con uno de ellos y tenían la vida resuelta por que la venta ilícita dejaba muchos chavos como para comprarte un apartamento por el Condado.

Incluso hasta el FBI trató vanamente de ingresar a Llorens Torres buscando erradicar la plaga y mucho no pudieron hacer ya que los maleantes contaban con potentes AK-47 capaz de dejar heridas mortales a quien fuera.

Las cosas iban "normal" en Llorens Torres hasta que todos los residentes decidieron hacer un party teniendo a todos como invitados que las cosas para Raúl y Joshua cambiaron también cambiando la perspectiva entre ellos mismos.

...

Hoy Luar debía entregar un cargamento con tres paquetes de perco bien empaquetaos para Luian y el plazo de entrega ya se había acabado. No debía cometer un solo error sino estaba jodido por completo ya que tardo una semana para tener todo listo más tuvo que ser cuidadoso con la policía, por ende iban en guaguas blinda directo hasta La Perla donde se completaría la transacción cliente-bichote.

Luian era muy poderoso eso se demostraba cuando entrabas por la Perla donde se veían hombres armados hasta el cuello. Tenía a Noel y Bryant con el ya que Luar los consideraba gente de confianza además creció con ambos desde pequeño por lo tanto eran un corillo fuerte, si los veías juntos eran capaz de poner a quien sea nervioso.