Escrito para ti.

CAPITULO I

Mantenerse al corriente con las tareas de la escuela, siendo una persona muy irregular es demasiado difícil y aun mas estando en una escuela de prestigio.

—Alejandra, te estoy hablando, vas a bajar a comer ¿sí? o ¿no? —mi mamá me hablo desde el marco de la puerta.

—Si perdón, estoy haciendo una tarea, mañana empiezan los exámenes y esta ves no puedo reprobar ninguna.

El semestre pasado solo pude pasar por que mi maestro de geometría se apiado de mí, y mi 5.9 subió a 6, algo que está completamente prohibido en el reglamento.

Entonces por favor, apúrate, te vas a enfermar de solo estudiar y no comer bien - mi madre se alejó de mi habitación.

Yo seguía muy concentrada en mi tarea, era de física y no le entendía bien, como siempre consulte en el famoso "Google".

Al terminar la tarea, la cual fue mucha, baje a comer algo, no tenía buena alimentación desde que entre a esa escuela.

Decidí hablarle a mi mejor amiga para no sentirme tan sola mientras como. Mi mama ya se había ido a su segundo trabajo y ahora me encontraba completamente sola.

-Diana, ¿qué estás haciendo?, estas ocupada- dije justo en el momento en que me contesto.

-Hola, solo estoy haciendo tarea, y ¿tu?, ¿ya acabaste lo de física o te lo paso? - ella siempre me pasaba las tareas, el problema era que le tenía que devolver el favor con otras cosas.

-ya lo terminé, no te preocupes, me tardé demasiado; pero ya está, por cierto, mañana voy a tener que faltar a la clase de geometría, tengo que acabar el trabajo de inglés. No le eh podido avanzar nada.

-está bien, yo después te paso los apuntes. Pero intenta acabar todas las tareas, en cualquier momento revisaran trabajos y quedaras reprobada. El semestre pasado solo pasaste gracias al profesor que se apiado de ti- dijo ella en tono de regaño, ella me regañaba más que mi mamá.

- Ya te dejo, tengo que comer y terminar la demás tarea.

- Está bien, comes bien, y por favor báñate. - esto último me lo dije con burla, se escuchaba su risa que parecía de cuyo del otro lado del celular.

Solo le colgué, seguí comiendo y haciendo tarea. El resto del día me la pase en mi cuarto escuchando música y escribiendo pequeñas partes de una novela que poco a poco iba a desarrollar.

Al anochecer me bañé y me fui a dormir, era muy temprano aun y ya tenía demasiado sueño, estar en esa escuela me quitaba todas mis energías.

Ya no pude ver a mi madre, ella trabaja hasta tarde y en muchas ocasiones solo la veo una o dos horas después de la escuela.

Me coloque en mi cama, cheque que la alarma estuviera a la hora exacta, me acomode y deje mi celular en la mesita de noche.

Me quedé dormida el instante en que me di la vuelta dándole la espalda a mi celular.

A la mañana siguiente escuché la alarma, cinco minutos después otra, hasta que decidí levantarme. Siempre pongo tres alarmas antes de la que en verdad me tendría que levantar, me conozco y se que con un a no basta.

Me lavé la cara y me vestí antes de salir a acomodar mi comida para poder llevarme a la escuela, prefiero eso a tener que comprar en la cafetería de mi escuela.

Al pasar por el cuarto de mi mamá pude ver que estaba tirada en la cama con una cobija muy delgada cubriéndola, esto pasa seguido, ella llega y se cubre con lo primero que ve y se echa en la cama para poder dormir.

Baje las escaleras, prepare mi desayuno y la comida que me iba a llevara a la escuela. Sali rápido para poder irme y llegar a tiempo.

Al llegar aun no empezaban las clases, pero me fui directo a biblioteca para poder hacer mi trabajo de ingles y no reprobar, esta calificación era muy importante.

Al llegar me recibió un chico que parecía que no había tenido una buena noche.

-¿Tu nombre? - Sus ganas de trabajar me daban vida.

-Buenos días, Alejandra Petit- dije con la amabilidad que a él le faltaba.

-Adelante, mesa dos. - él se sentó y yo me dirigí a dicha mesa.

Saque mi libreta y audífonos para poder hacer mi trabajo con mas ganas y que me quede mejor.

Empezó a reproducirse "Cherry" de Lana del Rey y comencé a tararearla, un chico que se encontraba en la mesa cuatro me voltio a ver con un poco de extrañeza, pero no le tomé importancia. No sabe apreciar la buena música.

Después de un gran concierto con puros tarareos en la biblioteca, terminé mi trabajo y me dirigí a mi salón para tomar la siguiente clase, era física.

-Hasta que llegas, para tu suerte la maestra de analítica no tomo lista, así que no perdiste ninguna clase. - Me recibió Diana al momento en el que entre al salón de clases.

-Ay que bien, así pude hacer mi trabajo de ingles y no faltar a ninguna clase al mismo tiempo.
- dije con un suspiro de alivio. Tal vez no era muy buena en la escuela, pero no me gustaba estar faltando a las clases.

-También, sabes que cambiaron a la maestra de física, ahora tendremos a su sobrino super dotado, se supone que es de nuestra edad. - Ella dijo entre susurros, como si fuera algo súper confidencial.

-No, la verdad no sabia del cambio, pero que bien, esa maestra ya me empezaba a hartar con todo lo que pedía. - me senté en mi lugar y empecé a sacar mi libreta de física junto con todos mis materiales.

Me quede viendo mis cosas, hasta que se escucho como cerraron la puerta del salón y un grave.

- buenos días jóvenes - la voz era grave pero no parecía de una persona mayor de 25 años.

Alce la mirada para poder ver quien era exactamente, esa mirada se me hizo conocida de algún lado; pero no podía descifrar de dónde.

Todos mis compañeros y yo al mismo tiempo regresamos ese saludo.

- Buenos días, profesor-dijimos todos en una sola voz.

- me presento, seré su nuevo maestro de física, mi nombre es Aidan Brandy. - ¿alguna duda?.

En verdad que es joven el maestro, ahora confirmo que no tenga mas de 20 años.

-¿Cuántos años tienes Aidan? - dijo mi compañera al fondo del salón llamando la atención de todo ahí.

- Reformula tu pregunta si quieres que te conteste, no por que sea casi de su edad significa que me puedas hablar de "tu"-su semblante cambio a uno más serio y sus ojos se volvieron mas obscuros.

- lo lamento ¿Cuántos años tiene usted? - la chica hablo más bajo, con un tono de intimidación ante él.

- Tengo 20 años, pero como soy muy bueno en todo lo que hago me adelantaron en la escuela, actualmente esto solo es un trabajo temporal. Así que no se acostumbren a m, pronto van a cambiarme de escuela, solo estoy haciendo un favor a la antigua maestra de física.

El no menciono que fuera su tía, tal parece que lo que menos quiere es que nos metamos en su vida personal.
La clase transcurrió normal, como cualquier maestro nuevo dando su forma de evaluar.

Yo no tengo hora de almuerzo, pero si clases libres y tiempo que nos llegue a dar el maestro antes de cambiar de clase.

Al llegar a cafetería me encuentro con Mateo, mi novio, por lo que se el acaba de salir de un examen, así que no a de estar muy de buenas.