Sexta parte

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Último párrafo de la quinta parte, escrita por UnasLocasqueEscriben UnasLocasqueEscriben

Después de muchos intentos fallidos de leer la carta tomó el libro y se fue a su habitación, mientras se iba por el largo pasillo volvió a escuchar los pasos, el apresuró el paso y los pasos se apresuraron también cuando estaba a punto de entrar a su habitación alguien le pegó en la cabeza con un bastón y el cayó al piso.

Ahora sí, comencemos.

Cuando abrió los ojos de nuevo aún están tirado en el piso y al incorporarse y ver por la ventana del pasillo afuera seguía estando oscuro, no había señales de que fuera a salir el sol muy pronto, la noche prometía ser eterna.

Miro a su alrededor, preguntándose que carajos lo había golpeado, en esa casa no había nadie, nadie físicamente aparte de él por lo menos. Había sentido que lo habían golpeado más con una fuerza invisible a una que fuera en verdad de algo presente.

Y con el miedo asentándose en él, agarro el pedazo de papel que contenía la nota en su manos y lo arrugó, también el libro y recordó que, ahora debía enfrentar las consecuencias de haber leído esa nota antes de tiempo y esas consecuencias inéditas era lo que lo mantenía aterrado.

Con todo el vello de su cuerpo erizado, se metió en el cuarto, si se quedaba ahí sobre su cama, sin moverse, solo esperando la pronta llegada del amanecer, no le pasaría nada malo, no tendría por qué.

Dejo el pedazo de papel tirado en la mesita de noche y se subió a la cama, con el libro de tapa morada en su regazo, encendió una vela; que utilizo para poder leer una vez más el libro, pero se le hacía imposible, era imposible, estaba escrito en un idioma extrañó que jamás había visto.

Se rindió tapándose hasta la cabeza con las sábanas y abrazando el libro contra su pecho, no debía perderlo, no podía, si eso pasaba estaría perdiendo.

Se tenso, cuando escucho pasos acercarse por el pasillo, por supuesto su abuelo había dicho "sigue merodeando por la casa", el fantasma o lo que sea, podía hacer lo que se le diera la gana, entrar y salir, ¿A quien se le ocurría enterrar a alguien en el patio de su casa? Por su puesto a sus abuelos, pero lo mejor es ¿A quien se le ocurría mudarse a una casa en medio de la nada? Por su puesto a él y ahora se arrepentía de eso.

Los pasos seguían acercándose, si algo lo tranquilizaba era que había leído en alguna parte que si te tapabas con las sábanas, completo hasta la cabeza, ningún tipo de espíritu podía llegar a ti, ya que la sabana seria como una protección, pero claro, era una teoría solamente pero de igual modo se sentía protegido.

Los pasos se detuvieron, y él pudo soltar el aire que estaba conteniendo, pero ese alivio no duró mucho porque tras un espantoso silencio, escucho que llamaron a la puerta con un toc toc, y su cuerpo se helo, siento que su sangre corría como el hielo, se cago, estaba cagado del miedo.

Se escuchó otro toc toc, está vez más brusco en al puerta, y resistió el impulso de taparse los oídos para no tener que escuchar nada. Sostuvo el libro fuertemente contar él, y destapó su cabeza, la vela aún estaba encendida, así que la tomo con cuidado, y aún muerto de miedo se levanto de la cama, pasando saliva, escondió el libro entre sus prendas de ropa y agarro cualquier cosa útil que le sirviera para defenderse; en este caso una lámpara, que considerando que la cosa fuera de su habitación era un espíritu maligno no serviría de mucho.

Se decía que los espíritus, fantasmas o lo que sea no podían tocarte, pero él estaba seguro de que ese que estaba en la casa, si que podía, claro que podía.

Con más cobardía que valentía, empuñando la lámpara y alumbrado su camino con al vela, evitando ver hacia esas áreas de la habitación donde todo estaba completamente oscuro, se aproximó a la puerta.

¿Cuando iba a salir el sol? Parecía que el tiempo estubiera congelado en esa casa.

Abrió la puerta, y dio un paso afuera, se consideraba en ser estúpido, debió quedarse en al cama, pero era un masoquista.

Una corriente de brisa fría erizo el vello de sus brazos, las gotas en alguna parte de la casa seguían cayendo, y más haya de lo que la vela alumbraba, podía ver la sombra de algo en una de las esquinas de pasillo, con el corazón en al boca, los latidos errático de su corazón golpeando violentamente contra su pecho, vio como la sombra que podía parecer la ramas de los árboles del patio hacerse más visibles, con más forma, pareciendo la figura de un hombre y su vela se apagó. ¡Se apagó joder! ¡tenía que haberse quedado en la maldita cama y esperar que amaneciera!

Cuando no pudo ver absolutamente nada, mi su mano frente a él, ni ver los movimientos de la sombra, soltó la lámpara y se dio medía vuelta apresurado por volver a entrar a su habitación, pero la puerta se cerró en su cara en un golpe secó, con las manos intento con desesperación abrirla, pero está no cedía para nada, no se abría.

Trago saliva no quiso darse al vuelta, no quería ni moverse, pero necesitaba algo con que volver a encender al vela, se giro y camino tanteando la pared y no se detuvo, a pesar del miedo hasta quedar parado en la sima de esta, cuando estaba desendiendo las escaleras a oscuras escucho una risa áspera que le puso la piel de gallina e hizo sintiera que su corazón iba a saltar de su pecho, se iba a ir corriendo y lo abandonaría.

Se detuvo en un escalón, con escalofríos recorriendo su cuerpo lleno de miedo. Sintió un aire frío justo en su nuca, rozando su oreja.

-Parase que el querido muchachito no sabe seguir concejos.

Su corazón se detuvo al escuchar esa voz espeluznante y con eco, que parecía venir de todos lados y de ninguno a la vez, supo que estaba jodido, no se podía mover, el miedo lo tenía paralizado y no veía nada, todo era la más absoluta oscuridad y eso lo aterraba cada vez más.

-Yo te voy a dar un concejo niño; ¡FUERA DE AQUÍ!

Sintió que le gritaron en el oído y como el peso de dos manos invisibles se instalaba en sus hombros, empujándolo con fuerza hacia adelante.

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Ay santo, ¿Que tal estuvo? No soy buena con el terror, ajaja.

Por cierto, lo comentaré solo para que se rían. Me puse a escuchar una playlist de Spotify de música de terror para entrar en ambiente hasta que en una música se escuchó la risa de una niña y me asusté y la quite. No soy tan valiente, vivo con miedo, AJAJAJA.

Primera parte de en el perfil de maridie98

Segundo parte en el perfil de NereaParis15

Tercera parte en el perfil de GemaEsmeri

Cuarta parte en el perfil de ConsueloMartinez178artinez178

Quinta parte en el perfil de
UnasLocasqueEscriben

La siguiente parte estará en el perfil de JuneA_music mucha suerte :)

Halloween: Cadáver Exquisito (6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora