Final

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Los días pasaron y el torneo ya había empezado hace ya bastante tiempo. Llegando a su fin en el punto más alto del sol del día de mañana. Aún que esté ya se había acabado. Los últimos rayos de luz sobresalen sobre el horizonte, tiñendo el cielo con un rojizo tenue. Nos habíamos quedado entre el medio de los dos últimos gimnasios. Ella estaba apunto de pelear para conseguir la medalla, la última para ser la campeona. Por lo que estaba nerviosa, casi al borde del colapso. "Quedémonos en un hotel" dije al notar su cansancio y, para poder tranquilizarla un poco. También para esperar a que abran el gimnasio. Nos dieron la habitación de arriba, el tercer piso, el cuarto era el treintaitrés. Fue un sitio acogedor, tranquilo, con una linda mesa en dónde descansaba una bonita planta.

Pero había un problema…

¡Solo había una cama matrimonial! En la recepción se confundieron y encima cuando nos dimos cuenta este era el último cuarto. Cynthia timida me miró y dijo "Ash, no creo que sea un problema eso. Durmamos juntos hoy" lo último lo dijo un poco sonrojada. Eso me llevo a ahora. Junto a ella acostado. De alguna manera acurrucarme en la cama con ella apagaba todos mis apetitos sexuales. Oh más bien los incrementaba a tal punto que no veía la necesidad de expulsar esos mismos hacia el exterior. Aunque claro. No le haría ningún daño nunca a cynthia, ella es especial.

Se hizo de día rápidamente. Cynthia estaba feliz por despertarse junto a mi, también yo, pero yo apenas pude dormir… el sol estaba muy caliente. Pero de repente… hubo un eclipse...

Uno muy grande...

Del cielo cayó el infierno. Un fuerte sonido quebró los oídos de todos por horas. Mientras que la cegadora luz nos quemaba los globos oculares… Fue hace un tiempo. Pero lo recuerdo bien.

La esfera tardó en caer, durante extensos segundos se pudo ver su majestuosidad antes de tal explosión que acabó con todo. Lo peor no había pasado. El hongo tóxico cubrió los cielos, dejando en oscuridad al mundo después de ese gran destello. El silbido en mi oído aún no paraba, mientras tanto veía la sombra de cientos de personas pegadas en el suelo. El hongo estuvo envuelto por fantasmas durante días, recorrieron la tierra, buscando sus cuerpos carbonizados. Pero, lo que no sabían es que ya eran polvo. Lucario sobrevivió a la primera de las bombas… nunca volvió a ser el mismo.

Las sirenas sonaron de forma breve. Nadie entendía que eran ni se esperaban que anunciaban. "¿Qué más pasó?" me dijo el pobre niño en mi frente. Cubierto de telas sucias, calentándose cerca de una fogata. Mi piel suelta cubria mis harapos que poco a poco se momificaban. "Dime Ash cómo fue que continuó" el silencio inundó mi mente. Solo para segundos después continuar "seguiré, solo espera que acomode mis recuerdos".

Los días que lo acompañaron fueron duros. La tierra cambió radicalmente. Las pocas especies de pokemones que sobrevivieron se volvieron salvajes de la noche a la mañana. Era una matanza en lo que quedaba de la naturaleza, aún que siendo más exacto, del páramo desolado. Se tiñó de un amarillo la tierra, solo para ser bañada con la sangre, terminando en una negruzca y fina capa de putrefacción que continua hasta en la actualidad. El orden de la naturaleza cambió radicalmente, y nadie entendía que ni por qué pasó. "Y que paso con…" dudó al decirlo, pero pude ver cómo se esforzó para terminarlo "Pikachu…".
Me quedé viendo al vacío… y continúe. Pikachu tomó la peor parte. No sé qué tenía esa esfera que cayó del cielo. Pero lo que sé es que mi amigo no murió por ella… Solo cambio. Pikachu estaba cerca. Cuando lo encontré estaba débil pero estable dentro de lo que cabe, lo abrace tan fuerte que creía poder matarlo, rápidamente lo lleve a un campamento en dónde habían enfermeras joys. Lo revisaron, no tenía nada, pensé que Arceus lo había protegido. Pasaron días, él no respondía casi a ningún estímulo, no comía, no bebía, no miraba a ningún lado en particular, ni siquiera se movía. Hasta que llegamos al onceavo día, en dónde de repente empezó a convulsionar. Lo intente tocar, llevarlo a qué lo revisen, a qué lo curen. Pero… me tomo con una fuerza descomunal. Tirándome al suelo. Su cuerpo cambiaba, se le caían partes de la piel en la cara y como si fuera un fuego verde, sus ojos brillaban. Cuando me levanté, Pikachu había crecido varios metros. Se irguió, me miró, para acto siguiente decirme con una voz ronca, con eco. "Ya es demasiado tarde Ash… Ahora todos nos unimos para derrotar a Arceus. Ya nadie de ustedes podrá parar esto. Mi mundo ahora será lo único que verás niño"








Creador original tobias

Escritor Tobias y Krehet
Director Escaloni
Productor Julioprofe
Vicepresidente Zane
Presidente Messi
Diseñador Edna moda
Desarrolladores Tobias, Krehet, Alan Varela
El que hizo el café Julio César
Animador Beto

Mención especial
Recetas de doña Florinda

Un amor en el tiempo (Ash x Cynthia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora