𝐌𝐲 𝐓𝐫𝐮𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞... • 𝐓𝐎𝐌 𝐊𝐀𝐔𝐋𝐈𝐓𝐙 •

02

Camila's POV

Fue extraño que se fuera así de repente, de todas formas, su gemelo fue tras de él. Pasaron unos cinco minutos o así, cuando Bill llego algo agitado, me miro serio, le mire, miro a los chicos, le miraron, ¿qué mierda pasaba?, no entiendo esto de hablar con la mirada, Bill se sentó a un lado mío. De verdad que no estaba entendiendo un carajo. Pero bueno, yo los apoyaría de todas formas, aunque su hermano no me cayera tan bien como el resto, y fuera un arrogante de mierda, lo aria por Bill y los demás.

—Bill..., ¿qué le paso a tu hermano? —me miro preocupado. Ya está, algo malo le había pasado al Eminem, y no es que me preocupe por él, eh, solo por Billy.

—No sé, no lo encontré, le voy a llamar a ver.

Bill agarró su móvil y pude ver como marcaba a un contacto ''Tomi'', dios mío, qué mono, el apodo no obvio. Estuvo un minuto marcando hasta que el idiota que tiene por hermano contesto.

—¡Tom!—un poco más alto, y Bill, cielo me dejas sorda, gracias—No..., pero, ¿que paso Tom, estás bien?—Silencio incómodo donde nos miramos Georg, Gustav y yo—Oh..., entiendo, pero no te vuelvas a ir así, ¿vale?, todo estará bien, luego te veo. —una sonrisa se formó en su cara. —Te lo prometo, yo también te quiero.

Joder, cuanto amor.

Qué asco.

—¿Qué fue lo que le paso al alocado de tu hermano?—Hablo Georg con una sonrisa divertida.

Bill suspiró un poco..., ¿triste?—Le dejo su novia y se fue a fumar el muy tarado.

Me sentí mal por Bill, estaba sufriendo por el idiota de su hermano, aunque también me daba un poco de pena, ¿quién te termina por mensaje?, hay que ser muy hijo de puta para hacer tal cosa, es un poco cruel. En fin, no hablamos más del tema y seguimos comiendo. No hubo rastro del Eminem en todo el recreo.

Mejor para mí.

—¿Vamos ya a clase?— miré a todos, pero Bill llamo mi atención, aún seguía con la mirada triste y perdida.—Bill..., tu hermano estará bien, no te preocupes.

—Sí, Bill, ya sabes como es Tom.—Georg se paro de su asiento.—Yo voy a buscarle, nos vemos en clase.

—Voy contigo, nos vemos chicos, y encantado Cami.—en respuesta, le regalé una sonrisa.

—Cami...

—Dime Bill.—Se escuchó tan bajito que me dio incluso miedo.

—¿Puedo pedirte un favor?—yo asentí levemente con mi cabeza en respuesta.—¿Podrías hacerte amiga de Tom?, necesito que se abra con alguien, más adelante te diré el motivo.

Joder, solo aceptaré, porque me caíste bien, si no te mandaba a la mismísima mierda querido Bill, vaya favores.

—Claro..., ¿pero es muy grave ese motivo?—Trague saliva al imaginarme la respuesta.

—Sí..., y no, no te preocupes, tampoco es un asesino.—se rio, pero yo no, no le vi la gracia.

—Em, bien gracias Cami, mejor vayamos a clase.

[...]

Menudo aburrimiento, esto no es para mí, nunca lo fue. La profesora de matemáticas, que además de pesada, tienes dos calvas enormes, explicaba mientras yo, hablaba en bajo con Bill.

—Bill, ¿hablaste con tu hermano?

—No, pero mírale. —ambos giramos para ver a susodicho— está raro, es como si no le importara que le acaban de dejar, pero a la vez sí, ¿entiendes?

No.

—Pues no lo sé, ¿y si le pregunto? —una sonrisa maliciosa se escapó de mis labios, a lo que Bill se sorprendió.

—Vale..., pero no te pases.—Bill, me cambio su sitio sin que la profesora plasta se diera cuenta, ahora quedando yo a un lado de Tom.

Le toqué con mi dedo índice varias veces en su hombro hasta que llame su atención.

Bingo.

—¿qué quieres?—Vale, con ese tono de voz tan seca y seria, pude deducir que estaba enfadado.

—¿Estás bien?, te noto raro desde el recreo.

—Sí, ¿por qué no lo estaría?

¿Y este porque me viene a hablar así de feo?

—¡Kaulitz, Jones, hagan silencio!

Joder puta vieja de mierda, ¡cómame las tetas, señora!

—Perdón.—hablamos al unísono.

—Puta vieja...— hablé en bajo, pero al parecer me escucho.

—¡Kaulitz, Jones, a dirección, ya!

Oh Putísima mierda.

Y como dijo la vieja plasta, fuimos donde el director, Tom, no me dirigió la palabra en todo el camino. Si las miradas mataran, yo ya estaría muerta con la suya, intente hablarle y pedirle perdón, no es agradable que te expulsen de clase, y encima por culpa de alguien.

Suspire y hable rendida.—Perdón...—murmure lo más bajo posible, no era de pedir disculpas muy seguido.

—Ya que, mi día no podría ir peor, al menos me libre de estar en clases.

Justo cuando iba a responder, el director entro, Tom y yo nos miramos con una mirada que decía todo—miedo, terror, ayuda—

Bueno, gente, sé que está corto, pero tenía que actualizar si o si quiero que más gente lea, en fin, besos en el año y espero les esté gustando, si no me pego un tiro.

Comente dudas y si hay errores díganme.

 ¡Hasta pronto putes!