Teen Wolf-Fanfic

Capítulo 1

Luego de aquella última vez, cuando todos los integrantes de la manada de Scott estuvieron reunidos en Beacon Hills, uno por uno fueron alejándose. El primero en hacerlo fue Derek, decidió que todo aquello que lo relacionaba con ese mundo era mejor dejarlo atrás, luego Stiles que fue a estudiar su universidad como detective; para sorpresa de todos Lydia se fue junto con él.

Y Liam el pequeño beta de Scott una vez terminada su preparatoria se fue
a los ángeles, los únicos dentro de Beacon Hills son Malia, Parrish y Scott.

Scott se quedó solo. Hasta que cinco años después una nueva amenaza estaba empezando a surgir en Beacon Hills, y luego de años el nemeton volvió a llamar a lo sobrenatural. Y finalmente entendió que debía de volver a reunir al equipo cuando una noche escuchó el estruendo más fuerte que ha sacudido a Beacon Hills.

–Scott, ¿escuchaste eso? – dijo Melissa, la madre de Scott.
Scott se quedó helado, hace años no sentía aquellos escalofríos que le advertían que algo sobrenatural estaba cerca, años sin la necesidad de sacar su lado alfa. Aquel lado que le creaba la necesidad de proteger a su pueblo. Todos sus sentidos de lobo se alertaron y por un momento, como si fuera un flash de cámara, tuvo a Allison en la mente. Scott salió del trance.

– Quédate aquí, que nadie salga del hospital.— Mientras Scott corría en dirección a donde se había creado el estruendo, entre los árboles escuchó pisadas rápidas. Se detuvo.

Entre las sombras una figura a cuatro patas similar a la de un lobo o coyote se acercaba y mientras más lo hacía la figura parecía cambiar. Sus
patas delanteras se convirtieron en brazos, las traseras en largas y delgadas piernas, sucuerpo en uno delgado y pequeño.

– Malia, tanto tiempo sin verte – Dijo con una pequeña sonrisa. Ya extrañaba sentir el olor a coyote de Malia, su fuerte olor a molestia y asco por todos.

– Hola, sí pues... creo que venimos por las mismas razones– comentó Malia con un tono de indiferencia, no es que sea grosera, simplemente desde que la conoció es así con todos.

En ese momento un olor a peligro se sintió por sus narices.

–¿Hueles eso? – preguntó Scott.

– Sí, lo he sentido antes.

Rápidamente ambos fueron en dirección a donde se origina el olor. Se quedaron helados cuando al llegar encontraron el tronco de un árbol muy grande cortado a la mitad.

– El nemeton– Malia miró con extrañeza.

Cuando los cazadores de Monroe huyeron de Beacon Hills, todo lo sobrenatural fue cesando y junto con ellos el nemeton fue más difícil de encontrar.

El olor fue más fuerte. Cuando se acercaron lo suficiente, una especie de humo lleno de luciérnagas salió de él y frente a sus ojos, como si fuera arena movediza la tierra a su alrededor fue absorbiendo al nemeton hasta que no quedó rastro alguno de él.

Ambos se quedaron en silencio.
Entonces ambos tomaron la razón y unieron cabos. Sabían exactamente lo que significaba Beacon Hills estaba en peligro y por lo que olían era un mal que ya conocían

– Volvió – El tono de Scott fue totalmente de miedo y por un momento pudo oler miedo de
Malia.

Sabían que lo que estaba por ocurrir era algo no podrían detener solos y como si fuera un acto de magia, detrás de ellos pisadas conocidas se asomaron.

– Deberían llamar a todos. – La voz le pertenecía a Cristopher Argent. Que con su característico ceño fruncido, ojos azules y un poco más de años encima miró a Scott con
firmeza.