Cachorrito castigado

Tony escuchaba desde su cama como su esposo se quejaba de la excentricidad del monstruoso closet que compartían

- Mide más que mi antiguo departamento - murmuraba frecuentemente frustrado al tener que limpiarlo y ordenarlo, ya que él era el encargado de organizar el desastre que dejaba su amado esposo después de elegir lo que vestiría durante el día

Se hizo el dormido, mientras su esposo salía de la habitación no sin antes dejar un suave beso sobre su cabeza, el gesto casi lo hace llorar, pero se controló con mucho esfuerzo

La verdad es que su esposo era un poco hipócrita, ya que de la única sección que nunca se quejaba era la de lencería y la gran variedad de disfraces de ocasión que guardaba y atesoraba para su propio placer

La habitaciones se encontraba dividido por enormes secciones, y la verdad es que era un trabajo agotador, pero su marido tenía una vena troglodita ya que ni loco permitiría que otra persona tocara aquellas prendas que disfrutaba destrozar en los momentos de locura y placer 

Asi que era un ganar gana

Pero dejando de lado ese detalle el día de hoy se sentía un poco extraño, al amanecer lo despertaron unos molestos dolores en su espalda baja, nada raro ya que él había estado encerrado en su laboratorio haciendo varios ajustes en su armadura y rediseñando un nuevo traje para su esposo, no había mencionado nada porque seguramente su esposo lo llevaría de urgencia al médico mientras le brindaría una de sus extensas charlas sobre la seguridad y le prohibiría entrar en su amado laboratorio

No, definitivamente no se arriesgaría a que eso pasara, no cuando tenía algo importante que hacer el día de hoy.

- ¡Mierda! - Un nuevo calambre lo alejó de sus cavilaciones, 

No quiere admitirlo, pero ya no estaba tan joven y después de 5 hijos, su cuerpo no volvió a ser lo mismo, era más difícil tonificar su cuerpo y aun bajo tortura no admitiria que estaba engordando.

Tenía miedo.... No la verdad era terror, las inseguridades se volvieron más fuertes en los últimos meses, unas enormes ganas de llorar y atiborrarse de dulces, eran el pan de cada dia

La mayor parte del día se la pasaba en su cama, durmiendo, llorando y comiendo un terrible círculo vicioso, pero ha sabido esconder esa depresión a su familia, no ha querido preocuparlos, así que ha logrado ocultar sus achaques de su familia.

Pero no más, él era un Stark y  saldría solo de esta, había salido de peores y esto no era nada

Hoy era importante, no podía evitar enfrentarse a ella

En este tiempo había descuidado a su Alfa, en su extraño estado de ánimo lo había alejado, pero también lo buscaba con hambre y desesperación, necesidad que rayaba en la locura.

Esto había ocasionado varias discusiones, que habían hecho que su matrimonio estuviera en la cuerda floja 

Sus hijos mayores habían hablado con él, esos mocosos descarados, lo habían arrinconado... 

Los adolescentes le advirtieron de las zorras que últimamente estaban rodeando a su padre, principalmente le hablaron de ella

Sharon

Había regresado después de varios años en Europa

Así que se obligó a salir de su cama, aunque su instinto le exigía que no lo hiciera, cuanto deseaba volver a ella y abrazarse a la ropa que había robado de las habitaciones de sus hijos y su Alfa

Pero esos solo eran miedos que tenía que superar si no quería perder a su esposo.

Así que se arregló como nunca, si todo salía como planeaba su esposo estaría más que feliz por las diminutas bragas que utilizaba bajo el fino traje de seda que se pegaba como una segunda piel a su cuerpo

Entró a las instalaciones de SHIELD con una sonrisa que irradiaba seguridad, mientras las miradas de los oficiales lo seguían como hienas hambrientas, eso logró inflar su ego y  adquirir más confianza en cada paso que daba 

Pero fue tan efímera como dolorosa que no atina a recordar como paso, lo único se su mente mantiene fresca es a esa mujer aferrada al cuello de su esposo

Toda su racionalidad se perdió, lo siguiente fue el  empujándola lejos de su esposo, mientras perdía los estribos discutiendo con Rogers el dolor lo golpeo más fuerte, haciéndolo caer de rodillas, intentó levantarse pero no podía, algo en el piso se lo impedía, cuando levanto la mano se percató que eso que le impedía levantarse, era sangre

Su mano estaba completamente empapada de sangre, estaba en shock, no sabia que sucedia

Su mente no atinaba a comprender que sucedía, hasta que un dolor más agudo que el anterior le hizo dar un grito de dolor que erizó la piel de su esposo, quien empezó a gritar exigiendo un médico

Horrorizado intentó levantarlo, pero su Omega lanzo un alarido de dolor que le helo la sangre, nunca había tenido tanto miedo

Se necesitaron varios agentes intentando separarlo de su pareja, entre sus vagos recuerdos está el de que metieron a su omega a una habitación, el miedo profundamente arraigado en su mirada, los médicos pidiéndole que saliera, pero él no podía soltar esa mano que se aferraba a él, ni a esa mirada llena de dolor

No, nadie lo alejaría de él, ni la misma muerte

Lo que realmente lo despertó fue la mano de su amado que lo acariciaba lentamente, eso logró hacerlo reaccionar lo suficiente para darse cuenta de la llegada del  Strange y Banner, sus miradas eran firmes e intentaban aparentar que tenían todo en control, pero vio las pupilas de Banner temblar mientras su piel adquiria un pequeño toque verde

No queria entender esa mirada, era estupido, pero se encogió como un niño indefenso, sobre el hombro de su esposo, inhalando su esencia buscando consuelo, sujetando con más fuerza la mano de su amado Omega quien acariciaba su cabello con infinita ternura

Nada lo preparó para este momento

- Steve... - Su voz se oía tan terriblemente débil, no no sería capaz de sobrevivir sin él, que sus hijos lo perdonaran, pero si él faltaba, él lo seguiría

- Capitán ... - La voz de Strange llegó a el pero aun así se negaba a levantar la cabeza

- Capitán, es difícil, pero debemos pensar en él bebé.... necesito su autorización 

- ¿Bebé? - Ambos preguntaron al mismo tiempo

- ¿Que estás diciendo Strange? Es una broma ¿Verdad?

- ¿No lo sabían? - El Alfa al ver los rostros sorprendidos de la pareja, no puede evitar frotar su rostro con ambas manos intentando controlarse, pero no podían perder más tiempo,cada segundo era crucial

- Es muy pequeño, es prematuro y .... - No pudo concluir la frase, la pareja lo entendió, entendieron perfectamente, 

El pequeño no sobreviviría