Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 1: Pᴇ́sɪᴍᴀ ɪᴍᴘʀᴇsɪᴏ́ɴ

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Kim Taehyung es un joven sin aspiraciones románticas por el momento, ya que su único objetivo es salir airoso de la universidad y ser capaz de ejercer su carrera lo más pronto posible. Su mayor sueño es ser un artista reconocido no solo en toda Corea del Sur, sino a nivel mundial. Pero las constantes críticas desairadas de su madre lo desaniman muchas veces; siempre le repite que no sobrevivirá con pinturas baratas.

Que poca fe le ha tenido desde que le manifestó su sueño, hecho que hasta la fecha le duele en el alma. Si bien, luchará por demostrarle que sus manos no crean pinturas baratas, sino verdaderos sentimientos y emociones que serán capaces de llegar a los corazones de quienes las vean, razón por la cual se arriesgó al presentar el examen a la Facultad de Artes de la mejor universidad pública que encontró -debido a su corto presupuesto-, sin mencionar el bajo préstamo estudiantil que obtuvo con esfuerzo.

Al ser aceptado a la facultad dio inicio a su sueño, encontrándose entre los alborotados pasillos de la universidad desde hace un par de días. Apenas está acoplándose a la ubicación de los edificios y salones de cada clase, por lo que fue blanco fácil para otro novato que también se veía perdido a ojos de los estudiantes de grados más avanzados.

¡Hey! Disculpa, ¿también eres de la facultad de arte? Llegué unos días tarde al país y a la universidad, por eso apenas hoy me incorporé a las clases, ¡estoy volviéndome loco al no saber qué hacer ni a donde ir! Se suponía que debía encontrarme con un viejo amigo, pero mi móvil acaba de morir—. Muestra su teléfono celular, comprobando que se le acabó la carga.

Kim Taehyung, un gusto—. Sonrió algo dubitativo al ver fijamente al joven alto y delgado, de tez pálida y cabello achocolatado, casi azabache—Y sí, también soy de artes. Descuida, la próxima clase comienza en casi una hora—. Ve su reloj de pulsera, aliviado de no tener que correr en busca del aula.

Lo lamento, me llamo Nakamoto Yuta—. Reverenció entusiasta, dedicándole una sincera sonrisa Todavía no me acostumbro a este radical cambio. Por cierto, ¿tienes planes para almorzar? —Sonríe en grande por la mera idea de tener otro conocido en aquel país—Te presentaré a mi amigo, claro, si logró encontrarlo hoy. Él sí es coreano, lo conocí en una competencia de arte en nuestra etapa de instituto. De ahí no hemos perdido comunicación y heme aquí.

Claro, ¿por qué no? —En el fondo, Taehyung admitió que le agrada la idea de tener conocidos en aquel lugar, pues únicamente tenía un amigo de infancia y tuvo la genial idea de estudiar danza clásica en su natal Busan—Ese amigo tuyo, ¿también es de artes? —Comienza a caminar a la par que su nuevo compañero, mismo que saluda a lo lejos con gran emoción a alguien.

¡Oh! Hablando del rey de Roma, ese de ahí es Ji Hansol, la persona de quien te hablé.

Taehyung ve a un guapo joven de cabello rubio y dulce sonrisa acercarse despreocupadamente a Yuta. Por un segundo juró que la forma en que ambos se miran va más allá que una limpia amistad, pero contuvo sus pensamientos al recordar que él también forma parte de su conversación.

Ji, te presentó a Kim Taehyung—. Yuta no borra su gran sonrisa, delatando un suave rubor en sus mejillas mientras ve a su amigo.

Lamento que hayas conocido a Yuta—. Dijo con burla fingida, robando una sonrisa a Taehyung y un pequeño golpe de parte de su amigo.

Realmente me agradó—Taehyung devolvió una suave reverencia al saludo de Hansol.

Soy un encanto, te lo he dicho—. El pelinegro sonrió en grande, contagiando a los otros dos de su alegría.

Los tres comienzan a caminar por el pasillo, llegando a las gradas de piedra. La siguiente clase se ubicaba en el edificio al otro del campus de futbol americano, por lo que iban a paso lento mientras observaban a unos estudiantes practicar en la explanada.

Tu desnudez entre mis manos ❁ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora