Capítulo 3

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Blaise se apareció sin anunciarse en la puerta de Draco, vistiendo lentes oscuros y una gorra de beisbol. Draco se aguantó las ganas de golpearlo. "¡Blaise! Qué bien que te dignes a regalarnos con tu graciosa presencia", dijo Pansy cuando pasaron a la sala. Ella y Blaise se miraron por un tiempo un poco demasiado largo, luego Pansy se giró de forma orgullosa.

"¡Señor Zabini! ¡Señor Zabini! ¿Me daría un autógrafo en mi zapato?", dijo Theo Nott.

"Hola, chicos", dijo Blaise. Draco corrió las cortinas, Blaise se quitó la gorra y los anteojos de sol.

"¿Dónde está Goyle?"

"Haciendo ejercicio", dijo Pansy. Ella se asomó por la ventana, toda cabello negro y mallas ajustadas. Blaise pareció, por un momento, que quería irse con ella, entonces fue a propósito al sofá.

"Las pizzas van de mi parte", dijo.

"¡Guao, gracias, Señor!", dijo Theo. "¡Usted en verdad es bueno con nosotros los pobres proletariados!".

"Tu padre es un vizconde, Theo. Tu difícilmente representas al proletariado. Deja a Blaise en paz". Dijo Draco sentándose al lado de Blaise. Este le dio una pequeña mirada de agradecimiento. No duró mucho: sus ojos fueron de regreso a Pansy, como si ella fuera el centro de la habitación.

"¿Cómo has estado tú, Pans?", le preguntó.

"Aún trabajando en Nando's, Blaise", dijo Pansy. Blaise arrugó la nariz. No le gustaba venir al apartamento de Draco si podía evitarlo. Él decía que era porque Theo era un imbécil con él, pero Draco sabía bien lo que sucedía. Era porque Pansy estaba en el apartamento de Draco, hermosa y furiosa, ella era todo lo que Blaise había escogido no tener.

Theo pronto arrastró a Pansy afuera. Ellos sabían que no había punto en dejar a Blaise y Pansy en la misma habitación. Blaise la miró, su piel estirada sobre los finos huesos de su rostro.

"¿Te invitaron a la Gala del Memorial de la Batalla de Hogwarts?", preguntó Draco para distraerlo, una vez que estuvieron solos. Era el evento más fashionista de la estación, y Blaise nunca jamás logró obtener una invitación. Draco sabía cuánto lo molestaba. Blaise meneó la cabeza.

"Lo siento", dijo Draco.

"Es una mierda", dijo Blaise. "Es una simple mierda, cuando pienso cómo fueron las cosas para mi madre..."

No importa lo molesto que esto lo hiciera, Draco entendía la decisión de Blaise de cortar con él. Los Zabinis habían sido socialités, generación tras generación, desde el siglo 18. Draco entendía ese tipo de presiones familiares – no solo las de tipo inmediato, mis padres quieren que haga x cosa, sino el peso de siglos de obligación cayendo en ti. El miedo de ser la pieza débil de la cadena. De ser quien la rompa. En los momentos de en los que se ponía la mano en el pecho, Draco no culpaba a Blaise para nada. Intentaba llevar esa simpatía y entendimiento con él cuando veía a Blaise en persona.

"Seh", dijo. "Es una porquería. Deberían haberte invitado".

"Doné quince mil galeones al Comité de Post Guerra. ¡Yo ni estuve en la jodida guerra!"

"Supongo que haber tenido la oportunidad de salirte de ella fue algún tipo de privilegio", dijo Draco. "No era algo que los nacidos de Muggle pudieron hacer".

"Hay algunos Muggles en mi familia", dijo Blaise. "Si vas lo suficientemente atrás".

"Correcto, pero tú... no estuviste en riesgo, es lo que quiero decir. Así que probablemente están intentando dejar la gala para... no sé, la gente que fue impactada negativamente en la guerra".

"¡Yo fui impactado negativamente en la guerra!", dijo Blaise, "También tú, dado el punto".

"Mira", dijo Draco, "que se joda el Comité Post Guerra. Has tu propia fiesta".

Buenas Noches de tu Futuro EsposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora