Chanyeol es la vergüenza de su familia, han tratado de ocultarlo un par de veces, pero siempre logra la forma de dejar claro que es la oveja negra. Gracias a su último problema es exiliado a su natal Corea donde se rencuentra con el amor de su vida...
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Cucaracha de oro.
Ese solía ser el apodo de Chanyeol durante la escuela media y de haber sabido que las cosas cambiarían tanto, pensó que debió apreciarlo más en su momento, porque en ese entonces, solo tenía ese apodo por vivir exactamente igual que una cucaracha, pero ya no venía el oro consigo.
Había regresado a la ciudad natal de su familia y todo se sentía terriblemente extraño, esa ciudad era algo nostálgica para él. En realidad había vivido ahí durante toda la escuela media, eso habían sido aproximadamente tres años, luego de eso, había estado viviendo en el extranjero y ya casi no recordaba cómo era todo ahí. ¿Eso había sido hacía como diez años? se sentía como si hubiera pasado más.
-Ah, tu debes ser Park Chanyeol, ¿no es así?- Chanyeol dejó de estar perdido en el paisaje cuando la persona que dijo que saldría a buscarlo, salió, era un tipo muy alto, muy bien parecido, que hizo una reverencia apenas lo vio y Chanyeol supo su puesto y nombre apenas vio su gafete. “Human Resource Advisor/Oh SeHun”. -Mucho gusto, soy SeHun.-
-Park Chanyeol..- dijo y SeHun le dio su nuevo gafete, tenía su nombre y puesto, “Business advisor/Park Chanyeol”, mientras le hacía una seña para que lo siguiera dentro de la empresa.
-¿Tenías mucho esperando?- preguntó SeHun, queriendo hacer charla, Yeol, entonces solo se sacó sus gafas de sol, metiendo sus manos en su abrigo, mientras sonreía.
-No, no, para nada, mi taxi me acaba de dejar.- Chanyeol no había tenido tiempo de nada desde que había llegado, literalmente, anoche acababa de llegar a su nuevo departamento, sus muebles no habían llegado, así que había tenido que dormir en su saco de dormir de cuando era adolescente, eso había sido un poco humillante, aunque fue un gran alivio tener eso todavía guardado, aunque hacía bastante había dejado de ser adolescente.
-Escuché que vivías en Nueva York, que impresionante, ¿su madre era extranjera?- preguntó SeHun y Chanyeol suspiró con una sonrisa al recordar todo eso.
-Oh no, mis dos padres son coreanos.- dijo Chanyeol, entendiendo la confusión. -Solo que yo vivía con mi madre fuera, ya sabes, después del divorcio.- por lo regular siempre pensaba que las personas lo sabían, SeHun no lució impresionado, más bien, solo pareció entender más situaciones.
-Entiendo, por cierto, lamento haber sido inoportuno, también lamento mucho lo de tu padre.- dijo SeHun, su rostro trató de mostrar demasiada pena, pero Chanyeol entendía que estaba actuando así solamente porque era parte de la compañía, seguramente a ese tipo no le importaba nada, pero a él tampoco, Chanyeol se encogió de hombros.
-No pasa nada.-
El edificio era todavía más impresionante por dentro, realmente no lo recordaba así, parecía que había crecido más de lo que había pensado, estaba más llena de personas y tenía grandes pantallas dando a la calle, pasando las fotos de todas las modelos que estaban manejando en ese momento, Chanyeol reconoció a bastantes, realmente se veían diferentes trabajando que en las fiestas, ese recuerdo lo hizo contener una carcajada, mientras SeHun lo seguía dirigiendo seguramente a donde iba a ser su oficina.
