Volviendo tarde -HIATUS-

Capítulo 39: Transiciones grandes y pequeñas

( A / N: Aprecio a todos los que leen esta historia, pero particularmente a aquellos que se toman un momento para decirme qué piensan de ella ... bueno o malo. Gracias.

Había pensado en describir alguna ceremonia de inversión para el nuevo Ministro de Magia, o incluso darle una muestra de cargo –, un gran medallón llamativo como el Lord Mayor de Londres usa – pero nunca vimos a Fudge o Scrimgeour usando tales fichas en canon, y dudo que el Wizengamot invente uno mientras tanto.)

( Descargo de responsabilidad: Antes de Rowling, corta madera, lleva agua. Después de Rowling, corta madera, escribe fanfiction, lleva agua.)

"Volviendo tarde"

por alquimia

XXXIX: transiciones grandes y pequeñas

Sheryl le dio a las cámaras de Hermione otra mirada nerviosa. Sabía que habría confusión y caos, ese lunes por la mañana, con todos preparándose para que se reuniera el Wizengamot. Había pensado que sería bastante fácil en medio del caos escaparse por un momento de privacidad, sin que nadie se diera cuenta. Lo cual era cierto para Sheryl Binder.

No es tan cierto para el niño que vivió de nuevo. Incluso si el no había llegó al Ministerio prácticamente hogtied a Hermione Granger en la muñeca.

Y al final, no había sido por insistencia de Sheryl, sino en Canby's, que Harry se había excusado del lado de Hermione y se unió a ellos en esta habitación cerrada.

Un movimiento por el rabillo del ojo llamó su atención. Se volvió para ver a Harry salir del probatorio Pensieve en el escritorio de Hermione. Harry tardó unos segundos en recuperarse. Cuando lo hizo, sus primeras palabras fueron para Canby. "Fue entonces cuando tú...?"

Canby asintió con la cabeza. "Parecía la mejor oportunidad."

"Gracias", dijo Harry en voz baja. Dirigió su mirada a Sheryl. "Y gracias también, señora. Quiero decir, bueno ... ¡una cosa es escuchar rumores, pero verlo así...!"

"No me lo agradezcas", se apresuró a decir Sheryl. "No me dio placer ... pero honestamente sentí que era algo que necesitabas ver, antes la sesión de Wizengamot de hoy."

"Enviado está prearmado?" La sonrisa de Harry era irónica. "No es que piense que intentará algo hoy: que sucede demasiado."

"Oh sí", confirmó Canby con las orejas repentinamente erectas y una sonrisa extendiéndose en su rostro. "De hecho, Canby escucha que algo está por suceder en este momento."

La puerta se abrió para revelar a Dennis Creevey, mayor y mucho más alto de lo que Harry lo recordaba, pero aún reconocible. "Acabo de recibir noticias del Wizengamot", dijo apurado. "Es la hora."

Harry asintió. "Hermione...?" él comenzó.

"Ella ya ha seguido adelante." Dennis anticipó la próxima pregunta de Harry. "Está bastante nerviosa – No creo haberla visto tan nerviosa. Lo juro, hay un surco circular en el piso aquí afuera ahora, desde donde estaba paseando."

Harry suspiró. "Bueno, una promesa es una promesa." Miró alrededor de la habitación a los tres lugartenientes de Hermione – y, ahora sabía, a sus fieles seguidores. "No te impondría esto, no si odias este tipo de cosas tanto como yo –, pero para ser justos, mereces estar allí. Mucho más que yo, estoy seguro. De todos modos, ¿me deseas suerte?" Y abrazando sus hombros, salió de la habitación, dirigiéndose a las cámaras de reunión del Wizengamot.

"Los votos se han vuelto a unir", anunció el Jefe Warlock Ogden desde los altos bancos de la cámara, donde se reunió el complemento completo de Wizengamot. Hizo un gesto a ambos lados y agregó: "Para incluir los votos de nuestros colegas más nuevos." En los bancos superiores, esos miembros recién elegidos de la Wizengamot se agitaron conscientemente; Neville tiró nerviosamente del cuello de su túnica de oficina de color ciruela.