Entre dos mundos

Capitulo 3.

Me encuentro en la hora de descanso, me dirijo hacia las máquinas expendedoras y encuentro aquel albino alto mientras limpia sus lentes oscuros para después colocarlos en sus brillantes ojos azules. No podía despegar mi mirada de él hasta que él se percató que lo observaba en ese preciso momento decido elegir un snack de la máquina cuando siento que el albino se va acercando poco a poco.

"¿Necesitas ayuda?"

Sus palabras hicieron que todo mi cuerpo se tensara, no por miedo sino de nervios y pena.

Sayuri: G-gracias... que amable eres... *solo observó como aquella persona me daba mi snack*

Gojo: Anda tómalo o es que me dejaras con la mano estirada, si es así eres una niña maleducada. *sonríe ante aquel comentario*

Sayuri: Oh cierto, lo siento. *Tomo mi aperitivo y le agradecí, el silencio se hizo incómodo*

No pasaron ni cinco minutos cuando atrás de aquel albino se escuchaba una voz diciendo.

¿Satoru, que estás haciendo?

Se trata Suguru Geto el compañero de Gojo, aquel con el cual comparte una extraña relación más haya de una amistad.

Gojo: Nada solamente le estoy dando la bienvenida a la nueva compañera. *Hace una pausa* ¿Tiene algo de malo?.

Geto: No, claro que no, solo que te buscaba y no te encontraba por ningún lado. *Frunce un poco el seño, más que nada siente celosos por haber visto al albino con la chica nueva*

Sayuri se puso incomoda ante la situación frente a sus ojos lo cual decide tomar valor y salir de allí. Satoru y Suguru se quedaron solos mirándose hasta que uno rompió el hielo de la situación

Satoru: Es enserio que vas actuar de esa manera es por eso que a veces me haces arrepentirme de haberme involucrado de esa forma aquella noche. Tus malditos celos son incontrolables cada día más.
*Sale del lugar dirigiéndose detrás de la chica ya que sintió algo de remordimiento dejarla sola apenas conociendola*

Suguru escucha con atención lo que le dice Satoru. Sabe que en parte es su culpa pues Gojo le advirtió lo que pasaría, sin embargo duele el hecho que no le corresponda como quisiera y que aún estando frente a él coquetee con cualquier chica así que no estaba en condiciones de reclamar. Suguru simplemente se quedó en el pasillo viendo como su "amigo" va en busca de la nueva.

Gojo: Espera, perdón por lo de hace rato solo que mi amigo es un poco difícil de entender. *Lo dice mientras alcanza en tan solo pasos a Sayuri, mientras caminan se dirigen al patio de la preparatoria*

Sayuri: No te preocupes tampoco me gustaría causar problemas porque sinceramente es lo primero que causan las nuevas integrantes. *desvía la mirada mientras se sientan a platicar en el pasto* Bueno empecemos de nuevo... me llamo Sayuri, me gusta el ramen, ver anime, me gustan mucho los dulces, me gusta la cerveza, me gusta la música.

Gojo le parecía interesar todo de ella ya que le presta atención mientras ella plática. Todo se le hace emocionante de ella, desde el tono de voz tan cálido que tiene Sayuri hasta en la forma en como plática las cosas. Gojo escucha lo que le gusta a la chica y lo que no le gusta.

Sayuri: Mi familia me abandono desde pequeña por lo tanto quedé bajo los cuidados de mi abuela, ella acaba de fallecer apenas hace un año... he tenido que sobrevivir a como pueda. Si te preguntas porque estoy aquí es porque me interesa el tema sobre la hechicería ya que desde pequeña he logrado ver maldiciones lo cual no me da miedo. Lo que más miedo me da es... QUEDARME SOLA.

Pone atención sobre como fue su situación con su familia. Algo que ciertamente lo puso un poco cabizbajo. Pero podía entender el porque de estar allí en esa preparatoria, no dijo nada para que no pensara la chica que fuera por lastima, sino porque le dolía pensar como es que una persona como Sayuri pasará por eso.

Gojo: *da unas palmadas en el hombro de Sayuri en forma de darle ánimos* aquí estoy para cuando quieras hablar y te escucharé no importa qué hora sea, cuando sea, siempre estaré aquí. *Se levanta para así caminar hacia su grupo de amigos que se dirigían a la salida de la preparatoria*

Sayuri por un lado sentía confusión, estrés y tristeza pero más que nada siente felicidad por haber dialogado con el albino.