Sukuna no recordaba cuando fue la primera vez, pero si pensó que todo parecía una maldita broma.
Así que no fue sorprendente que apenas tuvo suficiente fuerza, empujó un cuchillo en Yuuji y luego se mató él mismo. Realmente no había sentido más allá de eso, solo la molestia.
En su siguiente vida, Sukuna solo soportó unos años más antes de que volviera a pasar lo mismo.
Después de 5 repeticiones del patrón, Sukuna perdió el interés. No sabía por qué seguía apareciendo junto al mocoso, también le molestaba no saberlo, aun más le molestaba que el idiota no recordara nada.
Así que de una manera u otra, la animosidad dirigida hacia su hermano solo fomentó los esfuerzos de Yuuji por llevarse bien con él. Sukuna no pudo evitar matarlo mientras estaba en eso un par de veces.
Hasta que al fin, después de años, logró apartarse de Yuuji. Durante esa vida no había visto al mocoso en 10 años, antes de enterarse de que había muerto en un incendio, el idiota se había convertido en un bombero. Pocos días después, Sukuna se encontró buscando la muerte él mismo.
- No tiene sentido - Yuuji rebuscaba en su mochila llena de libros mientras Sukuna se recostaba languidecientemente en el sillón - ¿Se supone que los trabajos para primaria sean tan complicados?
- Idiota - Sukuna se burló y le mandó una mirada despectiva.
- Tú eres bueno enséñame - Yuuji empujó su libro hacia Sukuna, quien se dio la vuelta dándole la espalda.
- Si dejaras de dormir en clase, te iría mejor.
- No es mi culpa - Yuuji hizo pucheros - Últimamente he estado teniendo sueños extraños, lo peor es que no puedo recordarlos... es frustrante.
- Idiota.
- ¡Ah! ¡Eres igual que en mis sueños! - Yuuji se agarró el estómago - Incluso en mis sueños me tratas mal.
- Ja - Sukuna se levantó y miró a su hermano gemelo que sonreía despreocupadamente - Si sabes que te hago cosas malas, ¿por qué sigues aquí?
- ¿Porque somos hermanos? - Yuuji lo miró confundido - No puedo ir a ninguna parte siendo un niño, no me puedes botar a la calle.
- Entonces te irás en cuanto seas adulto - Sukuna tenía cierta expectativa en sus ojos al hacer la pregunta.
- ¿Por qué lo haría?
- Porque te hice cosas malas - Sukuna tomó la tarea de Yuuji y la partió en dos ante sus ojos.
- ¡Oye! - Yuuji vio cómo su tarea desaparecía en pequeños fragmentos con indignación - Solo estábamos hablando... ¿por qué tienes que involucrar violencia?
- Hablar........ - Sukuna observó cómo Yuuji recogía su tarea hecha pedazos y la metía al contenedor de basura - Cierto, nunca hablamos.
- Pero si hablamos cada día - Yuuji vio cómo la cara de Sukuna hacía una mueca que obviamente insinuaba su estupidez, así que se calló.
- Entonces hablemos, mocoso - Sukuna apoyó un brazo en su rodilla y le dio a Yuuji la impresión de un jefe mafioso - ¿Por qué no te rindes y dejas de aparecer frente a mí, que hace cosas que odias?
- No es que pueda elegir mi familia, ¿sabes? - Yuuji se encogió de hombros - No importa lo que hagas, sigues siendo mi hermano.
- Incluso después de todo lo que te hice en tus sueños, ¿piensas eso? Estás mal de la cabeza.
- ¿Tú sabes lo que yo sueño? -Yuuji miro a su hermano con ojos llenos de expectativa - ¿Si puedo recordarlos, podré saber por qué me odias?
- ¿Crees que desperdiciaría mi energía odiándote?
- Tú siempre miras a los demás como si fueran aire - Yuuji puso una sonrisa incómoda - Pero tú me odias lo suficiente como para hacer 'esa' expresión. Me hace pensar que realmente debí hacerte algo muy malo, pero no sé qué es eso que te hice, así que antes de que lo descubra, no puedo dejarte.
- Maldito loco - Sukuna se cubrió la cara con una mano y Yuuji lo vio temblar - El que nos maldijo... fuiste tú.
Yuuji se levantó rápidamente y se alejó cuando vio que Sukuna tenía una sonrisa. Yuuji nunca había visto una en su hermano.
- ¿Qué te pasa? ¡Lo siento! - Yuuji se escapó de la habitación ese día, se fue de la casa y no volvió hasta entrada la noche, por lo cual su abuelo lo regañó. Lo bueno fue que, aunque un poco, Sukuna había ablandado su trato con él.
Yuuji se levantó de la cama y bostezó aturdido. No era muy común que soñara con el pasado. Se sacudió la cabeza un poco antes de levantarse y comenzar su rutina.
Bajó a la cocina y empezó a preparar el desayuno. Cuando el reloj marcó las 8:00 am, Yuuji subió a despertar a Gojo, quien como siempre, se aferró a él y tuvo que llevarlo hasta la bañera.
Yuuji se cambió de ropa y bajó a terminar de preparar el desayuno.
Poco tiempo después, un Gojo arreglado se sentó en la mesa.
- Buenos días, Yuuji - El albino tenía puestos unos pantalones azules y una camisa blanca con dos botones sin abrochar - ¿No dormiste bien? - Gojo se acercó para masajear las ojeras del muchacho - ¿No te acostumbras a la nueva cama?
- No, no es eso - Yuuji explicó incómodo - Dormí bien... solo soñé con mi hermano.
- ¿Tu hermano, el perro rabioso? - Gojo se burló, pues Yuuji ya le había hablado antes de su gemelo - ¿Lo extrañas?
- Uhhhh... no diría que lo extraño... pero me preocupa... aunque no debería - Yuuji divagó y no se dio cuenta del cambio de expresión que tuvo el albino.
- Entonces, si él viniera a buscarte algún día....
- Imposible, Sukuna preferiría morir a humillarse así - Yuuji tomó un sorbo del jugo de naranja y sonrió con nostalgia.
- Eso es bueno.
- ¿Sí?
- El desayuno que preparas es realmente bueno - Gojo sonrió brillante, mientras sostenía su plato - Me llena de energías.
- ¿Eso significa que seguirás a Ijichi sin quejarte?
- ¿Eh? - Gojo parpadeó sorprendido.
- Ya que mi desayuno te llena de energías, hoy podrás trabajar como es debido.
- Eso es trampa - Gojo se quejó desanimado, pensando que Yuuji se había vuelto muy astuto. A veces se arrepentía de haber aceptado algo tan molesto como el título de jefe del Clan - Ahora no tengo tiempo ni para salir a divertirme... con lo mucho que me gustaría mostrarle a Yuuji el exterior.
- ¿Antes viajabas mucho? - Yuuji preguntó.
- Sí, es la primera vez que paso tanto tiempo en esta casa.
- Solo ha pasado una semana.
- Nunca dormí más de dos noches aquí.
- ¿Entonces, en cuántos países has estado? - Yuuji preguntó entusiasmado, pues él nunca había salido del país - Deben ser muchos...
- ¡Demasiados! - Gojo extendió sus brazos como para demostrar la gran cantidad - Así que algún día vayamos juntos, Yuuji. Te los mostraré todos.
- ¡Sí! - Yuuji sintió calidez en su pecho y una gran sonrisa se dibujó en su rostro - ¡Hagámoslo!
El sonido del timbre sonó y Yuuji revisó la hora. Ijichi había llegado a recogerlos.
- No quiero - Gojo se quejo impotente mientras Yuuji lo arrastraba afuera.
Era una mañana más en la nueva vida de Yuuji.

ESTÁS LEYENDO
GOYUU/DEMONIOS [AU]
Short StoryLuego de ser atacado por su hermano gemelo quien fue convertido en demonio, Yuuji conoce a Gojo Satoru sin saber su verdadera identidad. Cuando Gojo Satoru, el cazador más fuerte, conoce a Yuuji se da cuenta que es especial, así que cuando Yuuji de...