Afortunado

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"Se te ve feliz, espero que hayas actuado a la altura, aunque sea amigo cercano de Eijiro, sigue siendo el principe de este reino." Con la espalda recta y mirada en alto, lucia impasible.

El rubio agachó la mirada fingiendo estar apenado, con las manos tras la espalda y la espalda media encorvada, parecía hasta intimidado, no podían negar que era buen actor. "Lo siento majestad"

Con su misma postura siempre a la altura de su estatus, preguntó con voz firme. "¿Qué es lo que sientes?" Sin embargo no dejo que respondiera, continuo: "¿Qué a pesar de ser un simple amante hayas conocido al príncipe de otro reino en mi lugar?"

Con los ojos bien abiertos, intentó replicar. "Sabe que eso no es decisión mía, Eijiro así lo quiso"

Izuku sonrió cansado. Pero en ningún momento dejó su postura recta, digna de la reina. "Los demás deben tenerte envidia, Denki. Deberías cuidar tu espalda."

Para Izuku había finalizado la conversación con el amante de su esposo, pero para el rubio no fue una clara señal que el peliverde pasará por su lado como si nada.

"¿A qué se refiere majestad? ¿Me está amenazando?" Lucia increíblemente exaltado, indignado por la supuesta audacia de la reina en 'amenazarlo'. El pecoso no pudo evitar soltar una pequeña risa acompañado de unas feromonas agrias que hicieron retroceder al Omega.

Izuku termino de voltear su cuerpo por completo, sin acercarse al rubio, le dijo: "Tienes un ego muy grande como para pensar que necesitó amenazarte. No me refería a mi. ¿Crees que el resto del harem se quedarán tranquilos al ver la clara preferencia hacia tu persona? Querrán lo mismo que tú, porque están al mismo nivel."

"¿Qué sucede?" Resonó una voz grave en el pasillo, con la mirada gacha, Denki corrió hacia los brazos del pelirrojo, pasando por el lado del peliverde. "¿Estás bien, cariño?"

El rubio no respondió, solo se acurrucó en el pecho del más alto, impregnando se de las feromonas alfas.

"¿Volviste a intimidar lo, Izuku?" Preguntó con un ceño fruncido. El pecoso blanqueo los ojos disimuladamente, otra vez con lo mismo. Decidió ignorarlo, pasando por el lado de los amantes sin dirigirle ni una palabra a su supuesto esposo. "¡Izuku te estoy hablando!"

Pero no detuvo su andar, siguió su camino, desde un principio se dirigía al patio trasero del castillo cuando fue detenido por Denki.

"¡IZUKU!" gritó está vez, asustando incluso al Omega entre sus brazos, dió un gran suspiro cuando vio a su esposo girando en el pasillo. "Qué carajo ¿Qué tiene?" Susurró.

El rubio sabía, que a pesar del amor que le profesaba el rey, él seguía sintiendo algo por su esposo. Además, la reina también tenía razón, los demás del harem pronto se le irían encima por los privilegios de los últimos meses. Debía prepararse.

"Está bien, Eiji~ solo hablamos, lucia cansado, quizás solo quiera dormir." Dijo apaciguando al rey, que no paraba de soltar esas feromonas que conocía tan bien porque no eran dirigidas hacia él, el rey llamaba a su Omega, a su esposo, a su reina.

Pero Eijiro no sabía, que su esposo hace meses que había dejado de sentir esas feromonas, su lobo lo rechazaba por completo, hacia oídos sordos a su llamado.

"¿Deberíamos ir a dormir también?" Dijo Eijiro, dejando un casto beso en los labios del rubio, con la imagen de su esposo rondando su cabeza.

Todoroki no podía apartar la vista del pecoso, su reina se veía cada vez más débil, sabía la razón pero le dolía que no pudiera hacer nada al respecto. Era su reina, pero ante todo eso, era su amigo, como un hermano, era todo lo que le quedaba. Lo siguió en completo silencio cuando lo vio sumergirse en el bosque que rodea el castillo.