🐺Unas cuantas vidas después🐺

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"Mami..., ¿Cómo se conocieron con papá?" Preguntaba el pequeño de a penas cuatro años, un niño tranquilo, tierno, de cabello rubio cenizo y lindas esmeraldas. "Hoy la tía preguntó y yo no supe que decir... solo dije que, se aman mucho y así llegué al mundo." Dijo con esa típica voz aniñada que derretía el corazón de Izuku.

El pecoso meditó mucho su respuesta, no porque le costaba decirlo, más bien le daba vergüenza, consideraba que su historia de amor con Katsuki, era un verdadero cuento de hadas, y día con día pensar en ello, lo hacía amar un poquito más que el día anterior, a su alfa.

"Bueno..., yo diría que nuestro encuentro fue único e inigualable, pero empieza muchos años antes, y todo gracias al tío Eijiro." Con la voz bajita, en armonía con la poca luz cálida que había en la habitación de su hijo, era hora de hacerlo dormir, y estaba pensando seriamente que si le contaba, lograría que el niño caiga rendido. "¿Estás dispuesto a escuchar toda la historia?"

A pesar de ya estar acostado y arropado, asintió con vehemencia, ansioso por escuchar la historia de amor de sus padres.

"Cómo sabes, con el tío Eijiro nos conocemos de niños..."

🌻🔸🌻

No hacía falta que se pregunten que harían ese día, estaba claro que lo pasarían juntos, se conocían desde antes que tuvieran memoria, sus padres al ser buenos amigos hicieron que naturalmente crezcan como hermanos, y sí, Izuku lo llegó a ver cómo uno.

Conocían cada aspecto del otro, hasta lo más mínimo, sus gustos, sus secretos.

Bueno, había algo que Kirishima no le había hecho saber a su mejor amigo.

"Joder, apestas, alejate Eijiro, es asqueroso" reprochó el pecoso, a su empalagoso mejor amigo. Empujándolo lejos de su cama, de inmediato se sacó su polera y la tiró aun lado, el alfa lo había dejado oliendo horrible a ese Omega con el que seguro se había acostado antes de llegar a su casa. Simplemente repugnante. "Si sigues asiendo eso no te dejare entrar nunca más, maldición..."

Eijiro soltó una pequeña risa, queriendo acercarse nuevamente pero la mano del más bajo impidiendo lo, dijo a distancia. "¿Estás celoso? Sabes que solo te quiero a ti"

"Iu, no digas esas cosas horribles. Ten un poco de decencia y al menos báñate antes de venir después de acostarte con alguien al azar." Ese Omega de seguro sentía algo, el olor era mucho más fuerte que el que habían dejado otros anteriormente. Su pieza se estaba impregnando y eso le estaba dando nauseas. "Andate. No voy a volver a permitir que entres a MI habitación solo para que apestes el lugar."

"Izuku..., bonito ¿Estás enojado?" Una simple mirada hizo que le diera un terrorífico escalofrío.

La había cagado.

Pero, ¿Qué más podía hacer?

Si el único Omega que quería que lo viera como alfa, como candidato potencial para ser su pareja, no lo miraba como nada más que un simple mejor amigo..., a lo mucho un hermano.

Llevaba años enamorado de Izuku, pero este jamás le prestó ese tipo de atención, al final se terminó acostando con un Omega que se parecía al pecoso, y así, poco a poco, intentó buscar un reemplazo.

Para su suerte, Izuku al día siguiente le habló como si nada, al menos seguían bien.  Pero él había decidido dejar de poner celoso al pecoso llegando a verlo con el olor de otro Omega, y por otro lado el rubio estaba siendo un serio problema en el culo, no lo dejaba en paz.

Izuku estudiando arduamente, y Eijiro evitando al rubio, los meses pasaron rápido y así sin darse cuenta ya estaban en su primer año de universidad. Distintas carreras pero mismo centro de estudio no estaba nada mal.

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