C.1

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- Señor Adulkittiporn, he logrado cancelar su cita para comer, y tiene la tarde libre, como me pidió.

- Gracias, Namtan.

El pelirrojo esbozó una gran sonrisa cuando su secretaria cerró la puerta, al irse y la acompañó con ese gesto de victoria, alzando un brazo.

Jumpol Adulkittiporn había logrado tener el día más importante de su vida libre, y si no lo hubiera conseguido era capaz de partirse una pierna a propósito, con tal de hacerlo.

Ahora sólo restaba guardar esos documentos y salir del edificio para ser uno de los primeros en llegar a ese edificio que tenía más que localizado.

Off llegó a su coche, y lo primero que hizo fue accionar y meter en el GPS la dirección correcta a la que se dirigía, lo cuál revisó un total de cinco veces, antes de arrancar.

Estaba nervioso, impaciente, excitado... estaba de todas las maneras posibles que pudiera estar el ser humano, cuando por fin iba a conocer a su ídolo.

Así que el pelirrojo condujo por las transitadas calles de la ciudad, a medida que ojeaba hacia el GPS, para asegurarse que iba por el camino correcto, pese a que no había ninguna necesidad de hacerlo. Revisaba también el reloj y se humedecía los labios pensando en el instante en que tendría a esa persona de frente.

Gun Atp Era ese el nombre de la autora de novelas a quien Off tanto admiraba.

Había seguido la trayectoria de la escritora desde el primer trabajo; envolviéndose en esa bella manera de narrar y la intensidad de cada una de las historias.

Innegablemente se había convertido en uno de sus mayores fans aunque Gun nunca, bajo ningún concepto, se hubiera dado a conocer.

Era uno de esos autores fantasmas que cosechaban éxito tras éxito sin tener que pasar por el trámite de promocionar ella misma su libro.

No le hacía falta, y eso mataba a Off.

Todos esos años se había dedicado a soñar cada instante, cada segundo, con ella... y ahora, ¡por fin!

El pelirrojo se aseguró de que los libros estuvieran en el asiento trasero, bien al alcance, para tardar lo menos posible en aparcar y bajar del coche, y volvió a sonreír satisfecho cuando los vio allí atrás.

Pero su rostro cambió de expresión cuando ese cuerpo le sorprendió chocándose contra el cristal de su coche y pasó de la alegría al terror al ver que acababa de saltarse un ceda el paso.

Acababa de atropellar a una persona.

Off detuvo el coche casi al instante y un rechinido de llantas, junto con el cristal averiado, le hizo saber que no lo había imaginado. Temblando apagó el coche y abrió la puerta para bajar; en cuanto lo hizo sintió el aire helado que le golpeaba en la cara y deslizó la mirada hacia el asfalto.

Ahí estaba.

Off apretó los labios y corrió hasta la persona para arrodillarse a un lado.

No le tocó. Recordó que no debía hacer eso.

De inmediato tanteó su ropa en busca del móvil y maldijo al recordar que lo tenía conectado al GPS del coche.

¡Maldición!

- ¡¡Llame a una ambulancia!! - atinó a gritar a otro de los choferes que venían transitando atrás.

Eso se llenaría pronto de gente.

A Off iba a salírsele el corazón del pecho, mientras que observaba a ese hombre inconsciente.

La herida de la frente parecía fea y más aún esa forma de caer sobre el brazo, pero una de las cosas que había leído y releído era que mover a una víctima de atropello, no era buena idea.

¿Srta. Gun Atp? •𝕆𝕗𝕗-𝔾𝕦𝕟•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora