Win era un experto cocinero; al menos así lo había descrito Godji con orgullo, mientras se encargaba de señalar innecesariamente que su segundo hijo varón estuvo a punto de incendiar la casa; lo que hizo decidir a la mujer que jamás... JAMAS volvería a entrar a una cocina.
El comentario también sirvió para arruinar el poco buen humor del aludido, quien comenzó a rumiar maldiciones a su "supuesta" familia.
Pim y las gemelas jugaban con los tres niños que chapoteaban felices en la piscina. Nirin había congeniado de inmediato con Prim y Mix, los niños que Gun había adoptado y los que acababan de conocer la casa en la que vivirían... junto la familia de su nuevo "padre".
El pequeño Mix de tan sólo tres años, chapoteaba en brazos de Pim, mientras las gemelas se encargaban de ambas niñas, de quienes se habían enamorado al instante.
Si alguien deseara escuchar la opinión del rubio; sencillamente diría que todo era un absoluto caos.
Por eso nadie la preguntaba. El dueño de la casa era el personaje más ignorado por todos los invitados, quienes charlaban felices.
Y lo que terminaba de enfadar a dicho rubio era el hecho de que Win hubiese secuestrado a cierto pelirrojo, con quien intercambiaba palabras que sólo le impedían irse.
- Si sigues con ese gesto te volverás tan gruñón como Gun - advirtió Win con una sonrisa traviesa y volteó un trozo de carne.
- ¿Crees que eso sea posible? - contestó Off con una sonrisa suave.
Al pelirrojo le gustaría estar un poco con su pareja, pero eso era lo que conllevaba la inauguración de la nueva casa junto con la esa nueva vida, la cual en parte había sido gracias a la familia de Gun y no podía hacer ese feo.
- Claro que no - Win soltó una risita -. Gun siempre será el rey de las bestias malhumoradas...
- ¡¡Deja de hablar de mí como, si no pudiera escucharte!! - protestó el rubio -¡¡Te echaré de nuestra casa si sigues insultándome!!
- Pero si es un halago, hermanito... - ronroneó Win.
Antes de que Gun pudiera hacer algo más que acabaran lamentado, el pelirrojo tomó a ese hombre por los hombros.
- Uy, mira, se acabó la soda - puso Off como la escusa más mala del mundo, pero la que le ayudó a llevarse al rubio hacia dentro de la casa - Cielos, por fin algo de tranquilidad.
- Ganaréamos mayor tranquilidad si pudiera echarlos - gruñó el rubio y suspiró -. Se aprovechan porque son mi familia... No es justo...
- Pero... - Off lo acercó a la ventana desde donde se podía ver el jardín entero lleno de alegría y lo abrazó por la espalda - ... ¿no te parece ideal?
Gun enarcó una ceja y giró un poco la cara para ver a Off.
- ¿Te me estás insinuando? - preguntó con una risita y acomodó su cuerpo contra el pecho del pelirrojo -. Bueno. Tener personas que cuiden de los niños siempre es bienvenido, aunque sean unos entrometidos que gocen enfadándome.
Off correspondió esa risita con otra y le besó el cabello rubio.
- Me gusta el ambiente, aunque sea ruidoso - comentó mientras le daba la vuelta.
El pelirrojo se quitó el delantal que llevaba y se lo puso a ese rubio hasta sonreír por lo grande que le quedaba.
- Oh, tenemos que aprovechar esto - ahora sí Gun podía considerarlo como una insinuación.
- ¡Eres un pervertido! - protestó Gun y le tomó de la mano para guiarlo a la habitación principal.
El rubio había visto muchas bondades de la propiedad. Para empezar se trataba de una casa amplia con un jardín precioso donde los niños podrían jugar. Pronto pensaría en comprarles una mascota y Bigotes podía husmear por donde quisiera sin tener que toparse con el perro por el que Prim había lloriqueado hace una semana.
Además estaban las bondades que el propio Gun había ordenado que instalasen y adaptasen... Una de ellas era la modificación de la habitación principal, que no emitía un sólo ruido.
Absolutamente perfecta para esa clase de cosas que los mayores hacían, y más si tenían poco tiempo de pareja, mucha energía y mucho amor que darse.
Como en esa ocasión.
Off sonrió al tiempo que besó a Gun pervertidamente, mientras lo empujaba poco a poco en dirección a la cama a medida que la ropa iba cayendo por el camino.
- La habitación insonorizada ha sido una de tus mejores ideas - ronroneó el pelirrojo, quien chupó ese delicioso cuello.
- Por supuesto - dijo el rubio sin modestia -. Porque soy un genio - se vanaglorió e intentó quitarse el mandil viendo que Off le detenía - ¿Es en serio? - gruñó -. Esto es más incomodo que estar vertido de mujer.
- Estás muy sexy con él - alabó el pelirrojo.
Off acabó por desnudarlo y llevó a ese rubio tan solo vestido con el delantal hasta estar delante del espejo de cuerpo entero y le hizo que mirase mientras las manos del hombre surcaban esa piel desnuda bajo el delantal.
- ¿Lo ves? - susurró a su oído, lamiéndole el lóbulo de la oreja.
- Yo soy sexy. No hay necesidad de... - gimió ante una caricia certera de su pelirrojo y empujó su trasero contra Off -. Ahora que lo pienso... deberías quitarte la ropa también - ronroneó y giró hacia él, para pasar ambos brazos por los costados y meter las manos bajo la ropa, acariciando la ancha espalda del pelirrojo.
Off se quitó la parte superior para que ese rubio pudiera tocar su pecho mejor. El pelirrojo se deshizo del resto de la ropa y llevó a ese rubio definitivamente a la cama para besarlo de lleno y con pasión.
De eso ultimo nunca le sobraba. Off tenía muchas y raras ideas con respecto a fantasear con Gun; siempre las había tenido, pero al rubio también le parecían encantar cada una de sus ocurrencias, aunque al principio pareciera odiarlas.
Las caderas de Gun ondearon de manera insinuante, aplastándose contra la erección de Off, a medida que ese beso se profundizaba, permitiendo que ambas lenguas se frotaran en una deliciosa danza, acompañada de sugerentes gemidos.
El rubio jadeó y rompió el beso cuando sintió que el pelirrojo se acomodaba entre sus piernas y aprisionó la estrecha cintura con ellas.
- ¿Así que te gusta algo tan simple como un mandil? - susurró interesado y un rubor coloreó sus mejillas -. ¿Es otra fantasía tuya?
- Tengo muchas fantasías, cariño - Off besó la barbilla del rubio a medida que descendía de nuevo a su cuello - Esta es una de ellas, sí - aceptó, antes de liberarse de esas piernas y meter la cabeza bajo el delantal atrapando el miembro de Gun con su boca para excitarlo más aún.
Gun dejó escapar un jadeo de sorpresa y su espalda se arqueó a medida que esa boca succionaba de manera deliciosa esa firmeza.
El rubio se mordió el labio inferior y metió los dedos en el cabello rojo de su amante, tirando un poco de él para intentar aumentar el ritmo de las succiones.
Off siguió con ese ritmo que sacaba sonidos obscenos de aquellos sugerentes labios, que a no ser por la insonorización de la habitación, habrían sido todo un escándalo. Besó cada porción de piel que tuviera a su alcance; chupó y lamió la punta hasta morder la delicada piel de los testículo mientras surcaba ese camino hacia la entrada del rubio, para procurar que estuviera lo más accesible a él cuando llegara el momento.
Gun apoyó su cadera en ambos pies y levantó más la cadera para dar más espacio a la lengua de Off; de manera obscena deslizó ambas manos en sus nalgas y abrió hacia ese pasaje que pudo ser atacado con mayor facilidad, acción que fue acompañada por un segundo dedo que se deslizó a ese apretada entrada.
- Oh, Dios... - jadeó Gun -, vas a volverme loco... Necesito que la metas pronto.
Off se incorporó de pronto. El pelirrojo alcanzó a ver esa excitante imagen y se estiró sobre ese cuerpo hasta tomar los jadeantes labios de su amante mientras que su mano tanteaba el cajón de la mesilla de noche. Off extrajo un pequeño botecito del interior que derramó un poco de contenido en su mano para frotar aquella entrada y empaparse asó mismo con el menjurje.
Después sonrió.
Las grandes manos atraparon esas caderas elevándolas lo suficiente para avistar esa entrada que reclamaba su presencia y acercó la punta a la entrada para empujar.
Se deslizaba asombrosamente bien en aquel interior.
Gun retuvo la respiración mientras sentía la manera que ese miembro se deslizaba en su interior. Cuando lo tuvo por completo en su cuerpo, soltó todo el aire y se lamió los labios, sin dejar de ver la apasionada mirada de su amante a la que le dedicó una lasciva sonrisa.
- Veo que te gusta mirarlo... - ronroneó -. Te gustaría más si te mueves, Off...
- ¿Solo a mí? - Off se lamió el labio inferior y acabó por mordérselo cuando empezó a moverse.
Despacio, aunque hubiera mucha gente en el jardín. Siempre atento a cada gesto de placer que cruzara por ese sonrojado rostro y prestándole especial atención en cómo en cada sacudida ese delantal se movía un poco más dejando paso a ver ese miembro que había degustado instantes atrás.
Delicioso.
Gun se esforzó por mantener la mirada conectada con la del pelirrojo, pero era difícil al recibir todas esas sensaciones y terminó por apretarlos antes de arquear las caderas y deslizar sus manos en su propio pecho, acariciándose de manera descarada para que Off pudiera seguir viendo a medida que aumentaba el ritmo de las estocadas.
El ritmo aumentó a medida que Gun se acariciaba con más intensidad. Los movimientos de Off luchaban contra ese cuerpo en pos de tomar la misma intensidad que sus caricias y el cuarto insonorizado quedó lleno de jadeos y gemidos de placer extasiado.
Fue Off quien primero saboreó ese orgasmo implacable pero quien continuó moviéndose contra el rubio.
Gun dejó escapar un jadeo antes de morderse los labios con un poco de brusquedad y se tensó antes de que su cuerpo comenzara a convulsionarse, eyaculando sobre su abdomen, sintiendo el miembro que seguía dentro de su cuerpo.
- Cielos... ha sido increíble - ronroneó y estiró los brazos para abrazar a Off para besarle la barbilla -. Eres bastante hábil en esto.
- Parece que solo te guste por esto - Off hizo un puchero y se acomodó contra él.
Gun bufó.
- ¡Claro que no! - se pudo muy rojo y torció los labios -. Me... gustaste por lo del caso... - admitió -. No cualquiera hace una cosa así, con pruebas en contra y todo...
- Oh, eres una caja de sorpresas - Off le dio un besito por ello - Te amo, Gun... Ya seas hombre, mujer, un Alien o una planta.
- ¡Es la confesión más imbécil que me han hecho! - Gun le pellizcó una mejilla -. Tanto leer, para salir con eso - suspiró y le besó -. También te amo, aunque seas un tonto conduciendo.
Off lo abrazó un poquito más.
Seguramente la gente de la fiesta estaría preguntándose en dónde estaban los anfitriones, pero no le importaba.
Ya daría excusas más tarde.Pαυ.🤍
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¿Srta. Gun Atp? •𝕆𝕗𝕗-𝔾𝕦𝕟•
FanficJumpol Adulkittiporn era uno de los millones de fans que Gun Atp tenía. Aunque el pelirrojo se consideraba especial, después de todo había basado su vida, buscando a la escritora para enamorarla y ser feliz, a su lado. Claro que la búsqueda de una...