Oscuridad, no podía ver nada más que un espeso color negro, la sensación de estar ahí era asfixiante como si me hundiera cada vez más en un profundo abismo... entonces llegó alguien y tomó mi mano, aún cuando ya había aceptado mi cruel destino, él llegó para salvarme como si nada más importará.
Me desperté, me levanté confundido y en parte asustado, estaba empapado de sudor con mis manos temblando nerviosamente junto a un gran peso en mi pecho... respirar era difícil pero, no me impidió agarrar un jarrón que estaba en la mesita de noche para así, estrellarlo contra el suelo estrepitosamente para llamar la atención de cualquiera que estuviera cerca.
- Qué fue ese ruido?!- gritó Ian entrando a la recamara con un bate metálico de béisbol listo para atacar a cualquier agresor pero, lo que encontró fue a un James a quien se le dificultaba respirar, soltó el bate y corrió a su ayuda- estás bien? Respirar despacio y con calma, todo estará bien.
- gracias - poco a poco iba recuperando el aliento- quien eres?
Ian no podía creer lo que acababa de escuchar.
- no me recuerdas? - le pregunto a James mientras acariciaba gentilmente su rostro.
- lo siento pero, no sé quién eres - extendió su mano hacia aquella mano gentil que acariciaba sus mejillas, la paz que sentía se interrumpió cuando su mente comenzó a divagar más en el asunto y unas lágrimas comenzaron a salir de su rostro- yo... quien soy yo?
Ian no sabía que hacer, la situación lo abrumada así que hizo lo único que creyó que podría ayudar, le dió un abrazo el cuál fue bien recibido por el contrario que entré sollozos se aferraba fuertemente a su espalda.
- tranquilo James, todo estará bien, yo estoy aquí contigo y no pienso dejarte
solo.
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Y Mi Mundo Se Detuvo
Teen FictionSiempre soñé con encontrar el amor en medio de esta agobiante soledad pero, de todas las personas... por qué tenías que ser tú?