3~primer dia~

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Vi que Sandra le decía algo a Cate en el oído y de pronto las dos se dieron la vuelta para mirarme serias y luego Cate me guiñó un ojo.
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Sandra salió de la clase despidiéndose de Cate y nos fuimos a mi casa, cenamos juntas con mi madre y mis hermanos y cuando Sandra se fue me fui a dormir.

Ya había llegado el día de antes de empezar el instituto y cené con mi familia y con Sandra igual que los últimos días, Sandra y yo estábamos un poco distantes porque cada vez que la veía sentía como unas mariposas en el estómago, y no quería que eso que sentía por ella arruinara nuestra relación. Terminé de cenar y ya me iba a dormir, que quería preparar mis cosas para mañana que sería mi primer día
Le di un abrazo a Sandra para despedirme y subí a mi habitacion.

Estaba mirando instagram y me llegó un mensaje suyo
-Sandra🤍: estas bien? Te he notado muy callada en la cena
-Sandra🤍: descansa, nos vemos mañana

—No me pasa nada, estoy bien. Solo nerviosa por mañana.
—si, descansa tu también.

En realidad si que me pasaba algo, pero no sabía el que. Cuando me pasaba esto me ponía más borde y estaba como "enfadada" o con esa actitud.
Por la noche no pude parar de pensar en Sandra... me había pasado con ella y me sentía mal, así que decidí que mañana arreglaría las cosas

Al día siguiente me desperté, me vestí, bajé a desayunar y me maquillé, decidí salir más pronto para ir andando al instituto ya que no quería ir en autobús y mi familia ya se había ido a trabajar.

Llegue al colegio bastante temprano así que me senté en un banco cerca de la puerta a esperar mientras escuchaba música.

—Hola!—dijo una niña sentándose a mi lado
—Dios!—dije asustada
—perdón, no quería asustarte, eres nueva?
Me quite los cascos para no parecer maleducada y la dejé continuar
—si, me he mudado hace poco
—soy Amelia
—yo sofia—dije estirando una mano para estrecharla con la de ella
—Que clase tienes ahora?
—literatura con Sandra
—yo también! Por cierto te recomiendo no llamarla así, castigó a un alumno por no decirla Profesora Bullock y por tutearla
—lo tendré en cuenta, gracias
—vamos?
—si

Entramos al colegio y al pasar por delante de la oficina de Cate mire y las vi a las dos, Cate me miró y me dijo que fuera

—lo siento Amelia, tengo que ir a la oficina de la directora, ve yendo a clase y te veo ahí
—valee

Cuando me acerqué Sandra se levantó y sin mirarme pasó por mi lado y dijo—no llegues tarde.
La mire extrañada y pase al despacho

—aquí tienes tu horario fotocopiado por si acaso y necesito que vengas después para firmar la inscripción y alguna otra cosa
—a que hora prefieres que venga? al final del día o en la hora libre?
—lo que quieras
—vale, algo más?
—ahora que lo dices si, Sandra está preocupada
—por qué?
—por ti, me ha contado que ayer estabas rara y la contestaste mal a lo que te escribió, se que esto no me incumbe pero Sandra me preocupa y me importa, y creo que a ti también
—vale, hablaré con ella
—vale, ya te puedes ir, no creo que le guste que llegues tarde

Salí de la oficina y cuando llegué a la clase la puerta estaba cerrada así que llamé y abrí, todos me miraron
—perdón, estaba hablando con la directora, puedo pasar?
—si—dijo casi sin mirarme—pero que sea la última vez que alguien llega tarde a mis clases—dijo mirando a todos
Pasé por delante de su mesa y ella estaba de pie justo en el sitio por el que tenía que pasar para sentarme junto a Amelia
Me acerqué y ella se dio cuenta de que yo iba a pasar por ahí. Se apartó, pero dejando un espacio muy pequeño entre ella y los pupitres.
No me molestaba pasar por ese espacio reducido, todo lo contrario, pero me había chocado el cambio de actitud que tenía al estar en clases y a solas conmigo o con mi familia.

Durante la clase había notado que la gente la respetaba más que a una simple profesora. Ya le preguntaría a Amelia sobre ella más adelante.
Cuando terminó de dar clase, le dije a Amelia que se fuera adelantando y yo me quedé la última para aprovechar y hablar con ella.

Me levanté de mi sitio para recoger y ella se sentó en su mesa. Me acerqué pero ella parecía no hacerme caso. Me puse en frente y ella consiguió mirarme
—perdón—dije susurrando—no se porque estoy así
—yo tampoco lo sé, así que no lo pagues conmigo
—lo siento — al no recibir nada como respuesta, ni una mirada, ni un suspiro, nada, me di la vuelta y cogí mis cosas— no quiero molestarte más, tengo clase .
Me estaba acercando a la puerta y oí que susurró algo pero no conseguí entenderlo, así que abrí la puerta y justo antes de salir ella me cogió de la muñeca no muy fuerte pero lo suficiente como para que me tuviera que dar la vuelta y mirarla
Cerró la puerta y habló— no pensaba que volver a verte me causaría tantos problemas
— ¿a que te refieres con problemas?
—no se, quizás estoy divagando...
—¿seguro que no me lo quieres contar? Sabes que puedes confiar en mi...no se lo diré a nadie— dije y me reí, no conocía a nadie así que claramente no se lo podía contar a nadie
—¿me puedes abrazar?
—si eso es lo que quieres...

Me acerqué más a ella y cuando mis manos pasaron por su cintura y las suyas por mi cuello sentí un escalofrío; como una corriente eléctrica pasar entre cada una de mis venas. Traté de ocultarlo para no parecer una loca...aunque seguramente era lo que parecía en ese momento (con mis pelos de recién levantada, mi cara de dormida y con el mínimo maquillaje puesto)
—¿también lo has sentido?
Me separé de ella con mis manos aún en su cintura y sonreí, claro que lo había sentido

—perdón, he sido una idiota respondiéndote así a los mensajes... lo siento— dije después de unos segundo de silencio un poco incómodos a decir verdad
—ay niña, deja de decir eso. Ya esta olvidado—dijo acariciándome la mejilla
Ella dejo su mano ahí y nuestras miradas congelaron el tiempo, la estaba analizando y por primera vez en mucho tiempo sentí como si no supiera que estaba a punto de pasar, por primera vez en meses no tenía el control sobre una situación así... desde mi relación con Samantha, mi ex, decidí que la que tenía que tener el control y el poder sobre la gente y las cosas que pasaban a mi alrededor era yo, y así fue, salía de fiesta, me lo pasaba bien pero llegaban los viernes por la noche y me enfrentaba a la dura realidad, estaba sola. Sin nadie con quien reír, sin nadie con quien hablar y lo peor de todo, sin nadie con quien llorar.
Me sentí abrumada por estar así con Sandra y decidí juntar nuestras frentes
—¿Que estas haciendo?—me pregunté en mi mente

Nos quedamos así por un tiempo y ella puso su mano en mi mejilla y empezó a acariciarla, abrí los ojos y pude observar que ella los mantenía cerrados así que me permití mirar a aquellos pómulos, aquella nariz que siempre me había gustado y a aquellos labios, Dios, cuanto me apetece bes-
—SOFIA como puedes decir eso! No, Dios yo nunca la besaría, bueno, nonono no puede ser, es mi profesora y amiga de mi madre—
Me repetí eso en mi mente unas cuantas veces antes de que la sirena del cambio de clases empezara a sonar
Las dos nos separamos y nos quedamos en silencio a una distancia corta pero prudente

—lo siento sandra, tengo clase, luego nos vemos?
—si si, tranquila
—luego hablamos

Cogí mis cosas y salí casi corriendo del aula, me apresuré para no llegar tarde a mi siguiente clase también

¿estas segura?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora