Finally Clean // Carlando // One-Shot

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‼️ TW: Alcoholismo implícito varias veces a lo largo del OS. Recaídas durante un proceso de sanación. Si eso te provoca, no leas esto.

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Lando miraba el calendario como si de un fantasma se tratase.

Se había levantado hacía casi una hora aproximadamente y después de desayunar y comprobar que Carlos seguía durmiendo, fue a tachar el día en el calendario, se quedó petrificado.

Hoy, hace unos 10 meses, fue la última vez que consumió alcohol.

Hoy, hace 10 meses, se sintió culpable por volver a recaer.

Hoy, hace 10 meses llamó entre lágrimas a Carlos pidiéndole perdón como si fuese a él a quien había defraudado.

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-Carlos.- Lloró con la cabeza aún entumecida por el alcohol.

-¿Lando? ¿Por qué no estás en casa? Dios mío, ¿no me digas qué...?- Lando escuchó al otro lado de la línea.

-Lo siento, perdoname. Por favor no te enfades conmigo.- Un nudo en su garganta empezaba a formarse y por un momento quiso gritar de desesperación.

-¿Donde estás? ¿Estás en un bar? ¿Tienes a alguien cerca?- Carlos evitó el tema como si fuera una bala.

-Estoy en mi casa. Perdón.- Lando no pudo hacer nada más que susurrar disculpas incluso si Carlos no las escuchaba.

Tal vez se las decía a si mismo.

-¿Entonces lo has comprado tú?- Se podía escuchar un rastro de decepción en el tono de Carlos y sus palabras se sintieron como puñales en el estómago.

Lando ni siquiera pudo responder, solamente sollozó hasta que la voz de Carlos volvió a sonar en su telefono.

-Voy para allá.- Carlos intentó disimular la tristeza que se filtraba entre sus palabras antes de colgar.

El britanico ni siquiera pudo notarlo porque estaba demasiado confundido por el alcohol y abrumado por sollozos que no podía controlar.

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Lando no había notado que un nudo en su garganta empezaba a formarse sólo de recordar de lo angustiosa que fue esa noche tanto para el como para Carlos.

-¿Lando?- Escuchó cerca de él justo antes de sentir una cabeza apoyarse en su hombro y unos brazos alrededor de su cintura.

-¿Qué pasa, cariño?- Carlos intentó entender, todavía un entumecido por haberse despertado hace poco.

-Díez meses sobrio.- Lando respondió con el esbozó de una sonrisa en sus labios.

Hubo un pequeño silencio antes de que Carlos dijese algo.

-Felicidades, amor.- Besó la mejilla del más joven antes de que este se girarse y se acurrucase en el pecho del español.

Lando tachó el día y un peso cayó de su espalda como una esfera en una pendiente.

-Gracias. De verdad, sin ti esto habría sido imposible.-

-El que ha conseguido esto has sido tu, Lando. No lo olvides.- Murmuró contra el cabello rizado de Lando.

Se movieron hasta llegar al sofá, donde Lando se acurrucó contra el pecho de Carlos como un niño pequeño.

El español no lo admitiría nunca, pero una lagrima solitaria cayó por su mejilla mientras acariciaba la espalda de Lando.