"La vida no siempre es justa"
- Esa afirmación no es más que un velo para minimizar la mezquindad de la gente, trasladando las consecuencias de sus decisiones a otros.
Aunque el tribunal me haya declarado culpable, yo me veo no solo como inocente...
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"hermani"
— Mierda, se acabó la tinta, apenas agarré la pluma —
El sonido de la puerta de principal abriéndose violentamente resonó en toda la casa.
— ¡Querida~! —
El corazón de ___ latía con fuerza mientras dejaba caer la carta a medias y se levantaba de la silla. Sus manos temblaban mientras intentaba poner la pluma en su sitio.
— ¡Ven aquí, mi querida hijita! —
Con pasos vacilantes, cabizbaja y con un nudo en la garganta, ___ abandonó su cuarto y comenzó a descender las escaleras.
El aroma a alcohol y tabaco impregnaba el aire a medida que se acercaba a la entrada principal. Sabía que su padre estaba bebiendo de nuevo, y eso nunca era una buena señal. Su miedo se intensificaba con cada paso.
— Sabes qué, olvídalo, yo voy a ti —
El hombre se dejo ver tambaleándose y con los ojos enrojecidos. Tenía una botella de licor en la mano
— Sabes que tengo un chismesito. Como sé que a ustedes, las zorr... mujeres, les encantan esas cosas, ¿quieres saber de qué hablo? —
___ asintió con la cabeza, su miedo palpable en cada gesto.
— Muy bien —
El aún tambaleándose por los efectos del alcohol, comenzó a subir las escaleras hacia donde se encontraba ___. Cada paso que daba resonaba en el silencio tenso de la casa.
En medio de las escaleras, donde ella se encontraba paralizada por el miedo, el hombre se detuvo.
— Resulta que pasa y acontece que tu linda existencia no fue gracias a mí "semillita" —
La chica sube la mirada
— ¿Disculpe, padre? —
— Resulta que la perra arrastrada de tu madre me engañó. —
___ sintió que su mundo se tambaleaba ante las palabras de su padre. Las lágrimas comenzaron a empañar sus ojos y solo podía pensar en...
— ¿Qué vas a hacer conmigo? —
— No te preocupes, querida. No estoy enojado contigo. Ojalá las demás mujeres fueran igual de discretas siendo así atractivas como tú. — dijo con una sonrisa que hizo que ___ se estremeciera de miedo.
— ¿Qué pasará ahora, padre? — murmuró
— No lo sé, cariño. Pero supongo que deberíamos celebrarlo de alguna manera —
— ¿Por qué querrías celebrar algo así? —
— No voy a cargar con más arrimados en esta casa. Primero tu hermano, y por fin podré echar a tu madre... —