VIII. esposo Becker a la orden

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—Pero miren a quien tenemos aquí, Sr. y Sra. Becker, es un honor estar en su presencia.

Izan y yo tenemos las manos en alto mientras miramos fijamente a las dos personas que nos apuntan.

Reconozco a uno como la mano derecha de Graco, pero al otro ni siquiera lo conozco.

—Byron, es un milagro saber que aún estás con vida.

Me sorprende la voz de Izan, pero ni siquiera me muevo.

Puedo inmovilizar a uno de los dos y se que Izan acaba de elegir a su objetivo.

—Milagro para muchos, infortunio para otros.

Byron se ríe y le apunta más cerca a Izan. El otro imita su acción.

—También es un milagro que estes solo, tu no paras de olerle el culo a Miller.

Hablo yo esta vez.

Byron se gira hacia mi y me mira.

—Tu no tienes derecho a hablar, perra.

Arqueo las cejas, pero antes de defenderme mi esposo habla.

—Cuida el tono Byron, estas frente a un fantasma.

Izan le guiña su ojo izquierdo y esa es la señal para desarmar al tipo que estaba frente a mi, haciendo que Izan imite mi acción con Byron.

Ahora apuntamos nosotros.

—Si dan un paso, son dos balas y si dan dos, son tres. Hagan sabiamente su elección.

Ambos se quedan en su posición.

—¿Donde esta Graco? —pregunto.

—No lo vas a saber nunca, Jakovi.

Noto movimiento por el rabillo del ojo y veo cómo el otro chico saca una navaja a punto de apuñalarme.

Lo esquivo sin problemas y le planto dos balazos. Una en el pecho y la otra en la pierna.

Izan apunta a Byron.

—Te pasará lo mismo si no empiezas a hablar.

Byron me mira con temor, nunca me creyó capaz de disparar un arma.

—No me vas a disparar —se ríe

—No —digo yo, —Te vamos a disparar ambos.

Izan le suelta una bala en la pierna izquierda y yo en la derecha dejándolo de rodillas.

—Habla —le dice Izan mientras Byron jadea de dolor.

Respira para poder centrarse en nosotros.

—Él se encuentra con los rusos, sus propiedades mantienen ubicaciones falsas que...

Se dobla más y yo empiezo a desesperarme.

—¿Que...? —le pregunto.

—Según el GPS, él se encuentra allí.

Izan maldice por lo bajo.

"Retirada, el maldito de Miller no se encuentra ahí, es una trampa"

Izan ladra la orden por el inter comunicador.

"Copiado Coronel"

Los tenientes aceptan la retirada.

Nosotros debemos irnos ya, Izan debe estar pensando lo mismo ya que me hace una pregunta que me pone a pensar por dos minutos.

—¿Quieres matarlo, dejarlo con vida o enviarle un mensaje a Miller?

VENDETTA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora