Club campestre Western
5:00 p.m
Enormes candelabros de flores colgaban del techo, los meseros llenaban las copas de los invitados con champagne y la perfecta música clásica se escuchaba por todos lados.
—Otro de estos— Mina se acercaba a la barra y movía el vaso de su mano. No sabía exactamente lo que sentía, no era felicidad ni tristeza, lo único que sabía era lo decepcionada que estaba de los demás.
Tomo el vaso de whisky y fue hacía la mesa familiar. Todos la miraban por el color de su ropa, lucia hermosa y elegante, pero se robaba las miradas por una antigua tradición.
Se dice que en las bodas la novia es la única que puede usar el color blanco por tan especial ocasión. Debido a esto, cuando un invitado acude a una boda y viste de blanco, es mal visto porque hace alusión de quitarle protagonismo a la novia.
A Mina eso no lo importó, al contrario, se sentía orgullosa de arruinar el momento con su espectacular traje blanco.
Jalo una silla y comenzó a tomar lentamente mientras juzgaba al resto de los invitados. Personas importantes, con mucho estatus y patrimonio monetario, de altos cargos empresariales y quizás hasta dueños de compañías.
Una silla junto a la suya fue jalada. Kai llegaba como una copa de vino para hacerle compañía a su hermana.
—Vaya, desbordas felicidad— sonrió irónicamente al ver las expresiones de su hermana. Chocaron sus vasos en un intento de brindis y siguieron criticando a quien se le cruzaba enfrente.
—Necesito un cigarrillo para soportar esto— Mina tanteo sus bolsillos con la esperanza de haber metido alguno antes de salir. Preguntó a su hermano quien claramente le recordó que no fumaba.
—Andrew— habló a uno de los elementos de seguridad. -Tienes un cigarrillo?-
—Señorita, su padre fue un estricto con nosotros, por la decoración está prohibido fumar, puede ocasionar un incendio— hablo sabiamente el hombre.
—Es increíble...— Mina suspiro, le dio una fuerte mirada al hombre e hizo que se quitara de su vista lo más rápido posible.
Las luces bajaron, el presentador tomo el micrófono y llamo la atención de todos los presentes.
—CON USTEDES, EL SEÑOR Y LA SEÑORA MYOUI PRESENTARAN SU PRIMER BAILE CÓMO ESPOSOS—Los aplausos no se hicieron esperar, la pareja entraba de la mano y las cámaras capturaban cada sonrisa del momento.
—Deberían disimular más, Kento los mira con ganas de matarnos— Kanji tomaba asiento en la mesa donde estaban sus hermanos, el parecía más relajado. Pero ya saben lo que dicen, las apariencias siempre engañan.
—No voy a fingir felicidad por este matrimonio— Mina se cruzo de brazos y solo recibió una tibia sonrisa por parte de él.
Baile tras baile, la paciencia de la única hija de la familia Myoui se iba agotando. Sabía que muchos de los que estaban ahí la criticaban por su actitud, pero no le interesaba. Nunca les daba importancia a los comentarios de los demás.
Se levantó y fue a la barra. Pidió otro whisky y cuando iba de regreso a la mesa escuchó lo que para ella fue la gota que derramo el vaso.
—AHORA, LE PEDIMOS A SUS HIJOS QUE PASEN AQUÍ PARA DEDICAR UNAS PALABRAS, COMENZANDO POR LA SEÑORITA MINA—
Freno en seco, y recibió la mirada de todos los invitados. Los aplausos la hicieron reaccionar y caminó hacía el escenario.
Le quito el micrófono al presentador y antes de hablar tomo de golpe todo el whisky. Algunas señoras de allí les pareció de mal gusto lo que hizo.
—Hola a todos, la están pasando bien?— comenzó hablando con una sonrisa en su rostro. Todos la recibieron de la misma forma, sin imaginar lo que seguía.
—Qué bueno, porque yo no— dirigió su mirada hacía la mesa donde estaba su padre con su nueva esposa. Con solo ver sus ojos sabían que estaba molesta.
—Papá, veo a que estás muy feliz, hace tiempo que no te veía sonreír de esa manera, pero, me gustaría preguntarte cómo te sientes al desposar a una mujer 25 años menor que tú— sonrío de manera cínica y soberbia.
—Admito que es muy linda pero, seamos honestos, ella podría ser mi hermana mayor— Su padre solo tensó la mandíbula y tragó en seco, mientras los invitados no creían lo que estaban escuchando.
—Y tú...— señalo a lo mujer que permanecía tomada de la mano de su padre.
—Imagino que estás con mi padre por su atractivo, y no por su cuenta bancaria cierto?— Tiffany se sonrojó y apretó fuerte la mano de su esposo.
—Ojalá seas una buena esposa y madre, porque adivina, tienes una zapatos muy grandes por llenar— los murmullos cada vez se escuchaban más y más. Todos reprochaban la mala actitud de Mina.
Tomo una copa de champagne y la levanto en forma de brindis.
—El que quiera criticarme espero que me lo diga a la cara, porque traiciones por la espalda no toleró, oíste Kento? No hables a la espalda de las personas— el mayor de los Myoui quedo avergonzado ante las miradas de los demás.
Mina tomó la copa de Champagne y sonrió como nunca antes.
—Disfruten la fiesta— bajo como toda una reina dejando atónitos a todos. Kai y Kanji taparon sus bocas para que no notaran la gracia que les había causado el momento.
—¿DONDE ESTÁ MINA?— Akira llegaba al área de seguridad hecho una furia.
—Señor, su hija se fue del club— decía Ronald, el jefe de seguridad. Tras él se encontraba el resto de guardaespaldas.
—¿DIJO A DONDE IBA?—
—No, pero dijo que si se daba cuenta que la seguíamos nos despediría—
—Es mejor darle su espacio señor, ya sabe cómo es ella— Stephen, uno de los guardaespaldas la conocía muy bien, además de ser su empleado eran como amigos.
Akira se resignó y volvió a su mesa.
En una parte del salón los tres hermanos se juntaron para hablar a solas. Ya eran el foco de atención, y con esto lo que menos querían era otro escándalo en público.
—Es increíble el comportamiento de Mina justo en la boda de nuestro padre— Kento caminaba de un lado a otro con las manos en la cintura.
—¿Y cómo quieres que esté? Increíble eres tú aceptando este matrimonio— si bien Kanji prefería mantenerse alejado de los problemas, lo que hizo su hermana era algo de aplaudirse.
—Ya quiero escucharte diciéndole "mamá" a una mujer cinco años mayor que tú— dijo Kai saliendo de la habitación donde estaban.
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HEART VACANCY || MICHAENG (PAUSADA)
Fanfiction-Oigo tu corazón llorar por amor, pero actúas como si no hubiera espacio para mi dentro de él, si el dolor de corazón fuera un dolor físico podría enfrentarlo, pero tú indiferencia me está matando-