CAPÍTULO 1
Acomodo mi cabello mientras me observo en mi espejo. Perfecto, ningún pelo fuera de lugar. Rocío sobre mí un poco de perfume de fresas antes de bajar del auto del señor Ruben, me despido formalmente y doy un fuerte suspiro al darme la vuelta.
Bien, este es mi primer día de clases. Quizá no sea horrible como en la secundaria.
Repaso el nombre de la universidad observándolo en el mural de bienvenida. Y... bueno... solo es cuestión de no perder la confianza y sentirme seguro siendo yo mismo. Camino lentamente para no perderme de cada detalle. ¡Wow! Todo es muy bonito. La entrada es como ver un jardín, predomina el color verde y el color blanco de las flores. Este ambiente se me hace totalmente relajante. Veo a muchos estudiantes. Y al parecer la mayoría ya se conocen porque se encuentran en grupos o conversan con otros compañeros.
Sé que mi presencia quizá no sea del agrado de muchos; en especial, los chicos. Desde la secundaria siempre he tenido problemas por ello.
Cuando entro, quedo paralizado por lo organizada, tecnológica y perfecta que se ve en su interior. ¡Qué felicidad poder formar parte de la universidad de mis sueños! Todo es tal cual como lo he visto en revistas y páginas de internet. Me registro con mi credencial de estudiante y reviso el horario de clases en mi teléfono. «Aula 54, Lenguaje y Literatura»
¿Cómo sabré dónde se encuentra específicamente ese salón? ¿Y si me pierdo? La universidad es grande. Quizá podría preguntarle a alguien.
Me acerco con una sonrisa a una chica y un chico que se encuentran sentadas en un sofá.
—Hola, ¿me podrían indicar, por favor, dónde queda el aula 54? Es que soy nuevo y...
No termino de hablar cuando, sin más, se levantan del asiento y se van riendo. Frunzo el ceño. ¿Qué acaba de suceder? Y, es en ese momento, cuando miro a mi alrededor y muchos estudiantes tienen sus ojos clavados en mí.
¿Tendré algo raro? ¿Habré pisado algo? Esto no puede ser igual que en la secundaria. No lo pienso dos veces y subo rápidamente las escaleras para alejarme de allí, tratar de encontrar el aula y alejar cualquier pensamiento negativo de mi cabeza. Intento no sobrepensar tanto, pero se me es imposible. Me siento tan nervioso. ¿Siquiera sé adónde voy? Camino tan veloz que, sin darme cuenta, tropiezo con una persona.
Su carpeta cae al piso. ¡Por Dios! ¡Qué vergüenza! Me disculpo sin mirarlo a la cara y continúo mi rumbo.
Solo estas cosas me suceden a mí. Creo que, por más que lo intente, estoy destinado a tener una vida patética en el ámbito académico. Nunca he sido muy bueno para hacer amigos. Toda la secundaria la pasé solo.
No sé cuánto tiempo ha transcurrido, pero al menos logro encontrar el aula y llego justo a tiempo. La profesora me da la bienvenida y me invita a ubicarme en uno de los puestos disponibles. Todos quedan al final. Le agradezco, escribo mi nombre en la lista de asistencia y elijo la mesa que se encuentra cerca del ventanal.
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Leo's diary
Teen FictionLeo nos cuenta su relación con sus compañeros de universidad, familiares y romántica porque siente que, la mejor manera de expresarse cuando no tienes con quién hacerlo, es hablando contigo mismo a través de tu diario personal.