Capítulo IV

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Aún estaba segura que el se tomaría todo con risa y diría que si le gustan los pies, nos reíriamos y la situación me generaría tanta gracia que dejaría de lado mis fantasías acerca de como adoraría mis pies.

Luego de semanas de esa situación volví a dejar de lado mi morbo. Era solo mío. No quería arruinar mi amistad con él. E incluso seguía con mi idea de que él estaba ya oficial con su novia.

Una tarde, llegando al atardecer terminamos el trabajo final de Derecho.

El campus tiene esos patios de pastito al sol. Pasamos toda la tarde estudiando sobre una manta. Terminamos y con el calor de verano, decidí quitarme las zapatillas. La tarde lo ameritaba.

Lo ví. Estaba hipnotizado.

"Amigo, jaja, dale...¿te gustan los pies?" Odiaba decirle amigo, sentía que le faltaba  la confianza, deseaba tanto besarlo, abrazarlo e ir mucho más allá, estaba tan enamorada de él al tiempo que quería cogerlo, que para mí era perfecto.

Me miró a los ojos, no se rió.

Silencio.

"Sí" respondió.

Estaba confirmando mi teoría.

"Dale boludo, ¿Te calientan mis pies? Me estás jodiendo jaja" dije nerviosa.

Estaba pasando todo lo contrario a lo que había pensado, él no debía ponerse serio, debía reírse.

¿Le gustaba tanto cómo el me gustaba o solo tenía ganas de tener sexo conmigo debido a su fetiche?

***

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⏰ Última actualización: Oct 10, 2023 ⏰

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