Amanecí en una cama que no era mía, desde luego que no lo era. Aquella cama era blanda, suave y con un olor a hombre al que yo no acostumbraba mucho, al menos no a aquel perfume tan caro. Yo era una chica pobre a la que acababan de echar de su quinto trabajo-sí, una chica torpe de esas que salen en las películas de amor- pensé que era un sueño y decidí estirarme hasta que noté el crujir de mi vértebra lumbar y una voz profunda, grave, penetrante y varonil me sacó de mi ensimismamiento.
-Ejem ejem ¿Ya despertaste, cenicienta?
Me sobresalté y solté un gritito ahogado que se repitió en mi cabeza infinitamente hasta darme cuenta de que aquello no era un sueño.Vislumbré a un chico alto y macizo... sí, muy muy macizorro. El pelo le caía sobre la frente y tenía una barba bien estilada. Sus tatuajes recorrían sus brazos y una sonrisa su cara. Se parecía un poco a M... UN MOMENTO.
-¿M-Maluma?
-El mismo que canta y baila, beibi- Me dijo sonriendo de forma... macizorra...
Aquello no podía ser posible. Acababa de despertarme en la cama del mismísimo Maluma... Recuerdo cantar cuatro bbys en el coche de mi amiga Gertrudis y ahora... yo era una de ellas. ESPERA... ¿soy una de las beibis de Maluma? ¿Y si, todas aquellas veces en las que cantaba esa canción en el coche de mi amiga Gertrudis estaba invocando este mismo momento?
-Una cosa, Maluma- le pregunté aturdida
-Dime, mami- me respondió mirando al móvil
-¿Eres poli amoroso?
-No, mami, no creo en el poli amor.
ENTONCES YO ERA SU ÚNICA BEIBI
Dios mío, mira que nunca fue mi tipo... pero ahí estaba, en la cama de Maluma.
-Maluma... no quiero que pienses que soy una de esas chicas... que... ya sabes... hacen esas cosas tan casualmente.... quiero decir, yo respeto a todas las chicas del mundo....pero, yo no soy una de esas.
soltó una carcajada de 5 minutos exactos. En serio, los estuve contando. Es algo que hago desde muy pequeña... lo hice cuando mis padres discutieron aquella vez por mi custodia y también cuando me hicieron aquella endodoncia terrible.
-Azuleja mami, ayer no pasó lo que estás imaginado...-
Notaba la superioridad en su garganta... se me entumecieron los pies ante tal frialdad que irradiaba su cuerpo tan musculoso.
-Ayer te atropellé y, a parte, no eres mi tipo, mami
PERO QUE SE CREÍA AQUEL HOMBRE
NI QUE FUERA MA... mierda... sí que era Ma y lo que sigue
MALÉVOLO.😡- Ajá, pero entonces atropellas a una pobre chica y en vez de llevarla al hospital la llevas a tu cama para... para a saber qué
- Me pediste que no te llevara al hospital entre lágrimas, mami
- Eso es mentira- le dije segura
- No lo es. Te dan miedo los hospitales. tienes
- iatrofobia- dijimos a la veznos miramos una milésima de segundo. Diablos, no sabía que conociese esa palabra... tal vez tenía una imagen de él equivocada.
Me dolía el cuerpo entero... claro, me habían atropellado.
Pero, ¿cómo?Recuerdo salir de aquel restaurante del que me habían despedido por haberme bebido un poquito de vinito... pero solo era un poco, para aguantar aquella jornada tan horrible. No se puede trabajar con el corazón roto y a mi me lo habían roto hacía unos días. Se llamaba William y le había pillado besando a Gertrudis en el mismo coche donde ella y yo escuchábamos 4 beibis:(
Oh... ese inminente dolor en el corazón... William, maldito chico tonto.
De pronto mi corazón estuvo invadido de la tristeza y solo quería irme a casa.
-Entonces, mami, qué hacemos... puedo pagarte por atropellarte... ya lo he hecho antes.
Nada más aquellas palabras entraron por mis oídos sentí una rabia profunda que hizo que entre mis cejas no hubiera ningún espacio de lo fruncidas que estaban.
-Encima atropellas a cualquier chica, te da igual si soy yo o si es cualquiera. Seguro que te habría encantado atropellas a Gertrudis, EH?
Me incorporé y salí de la cama impulsada por el calor del disgusto, como un cohete majestuoso y torpe... ya sabéis que soy muy torpe.-Me voy, no quiero tu sucio dinero, Maluma.
Me fui corriendo de allí, recuerdo la sorpresa en su cara. No le había dejado ni hablar.
Y así fue como me echaron del trabajo, me atropellaron y como le conocí. Aunque estaba muy segura de que no volvería a verle nunca más, hasta que...
CONTINUARÁ...