«Rhodochrosite» [Itoshi Sae]

❈C A P Í T U L O 10❈

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Cuando (T/N) se despertó esa mañana, el otoño estaba en su máximo pico, algo lluvioso por y cada vez más frío, decorando el cielo de nubes grises de tormenta. La penumbra de la mañana otoñal se filtraba tímidamente por las cortinas. El crujir del edredón al ser apartado reveló el primer encuentro de ella con el día.
Se estiró, sintiendo el contraste entre la calidez de las sábanas y la frescura del aire que acariciaba su piel.

Era sábado, no tenía clases, pero si trabajo. Al menos iba a disfrutar de una mañana tranquila. Bajó a desayunar, su madre le dio los buenos días y comenzó su rutina no marcada de los fines de semana. Aún tenía algunos síntomas de la gripe, pero la idea de quedarse en cama sin hacer nada la hacía sentir inútil.

Se dedicó a ayudar a su madre a limpiar la casa durante la mañana, como era una casa de dos pisos pequeña no llevó mucho tiempo y enseguida se quedó sin nada más que hacer. Entonces, decidió reorganizar su habitación.

La idea de cambiar el lugar los muebles y encontrar una mejor disposición de las cosas para que haya más espacio la mantenía en movimiento mientras movía un mueble casi de su estatura. Ni siquiera se molestó en vaciarlo, ya que no quería distraerse mucho con sus pertenencias.
Aunque sabía que era imposible no distraerse con algo, especialmente cuando una bolsa rodó y cayó del mueble con un sonido sordo parecido al caucho. Al abrir la bolsa, se encontró con una pelota de fútbol.