Soulmates: A Game Of Two

2.Encuentro inesperado

Adara Becker

Ya me encuentro fuera del club caminado hasta Andrea quien me mira con diversión.

-Vaya pero que belleza esta caminado hacia mí...Wow pongan una alfombra roja por aquí- suelta mientras sonríe. Algo que me hace reír. Ella siempre es así, logra sacarme una sonrisa en cualquier situación.

-Andrea nunca vas a cambiar verdad.

-No, nunca, mientras te saque una sonrisa.

-Eres la mejor.

-Eso lo sé desde que nací- me dice mientras nos adentramos al club.

A poca distancia de nosotras pude distinguir a nuestros amigos ya en una mesa. Marcos, Olivia y Andreu; el mellizo de Andrea, algo bastante evidente por su gran parecido.

-Hola chicos-digo mientras tomo asiento al lado de Andreu quien no deja de mirarme.

-Hola futura esposa-dice divertido- no te veía desde la Segunda Guerra Mundial.

-Tan exagerado como siempre.

-Sabes que así te encanto- me guiña un ojo.

- No se en que mundo paralelo sucede eso.

- Pues en el mio.

-En el tuyo solamente- responde Olivia.

-Dejadme fantasear- protesta dramático.

-Solo tu sabras con que haz fantaseado que este Ada involucrada- esta vez habla Marcos.

-Posiblemente Ada disfrazada de enfermera sexy, un látigo y.....-interrumpo a Andrea que ya iba con sus locas fantasías eróticas.

-Saben mejor voy a buscar unas copas.

Camino hacia la barra para dejar atras a esos idiotas Siempre he sido consiente de los sentimientos de Andreu hacia mí pero nunca a sido recíproco y no quiero dañarle dándole falsas ilusiones, por tanto trato de evitar un poco ese tema aunque con sus chistes de dobles sentidos e indirectas es más difícil.

-Un Gin Tonic por favor- digo al mesero el cual se ve agobiado por todos los pedidos.

-Que sean dos, a mi cuenta- escucho una voz masculina acercarse a la barra- uno para la señorita- me señala.

Obviamente quede un poco confusa. Iba a reprochar pero al elevar la mirada quede anonadada por tal belleza a mi frente. Es como el chico capaz de sobresalir entre los demas sin ni siquiera intentarlo. De cabello rojizo, el cual va un poco despeinado, este combina a la perfección con su piel pálida y ojos verdes que reflejaban un brillo de diversión. Debajo de ellos sobresalen unas leves pecas que resaltan su rostro. Un poco más alto que yo, de contextura delgada pero era notable que se ejercitaba.

-Sabes que no es necesario desnudarme con la mirada-dice sonriente- puedes hacerlo con las manos-apunta a estas.

Esto me hizo salir del trance dándome cuenta de que lo veía fijamente como estúpida así que aparté la vista.

-Aqui tienen- informa el mesero entregándonos las bebidas.

-Perfetto- responde el chico misterioso.