Querida amiga...estoy muy cansada.
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- Ya nada es lo mismo, no me siento yo en este momento.
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-Se que nunca me contestas...pero aunque sea tu silencio me daba paz, hoy sólo me hunde mas.
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- Te exijo una respuesta querida luna,...te pido una señal querido cielo...
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-Estoy aquí en este mundo terrenal. Lo estoy?, no lo sé, pero he velado mil noches querida luna, he observado cada grano de arena ,como lo que es, algo único, he comprendido su valor.
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- Ya no tengo más preguntas, ya no espero más respuestas. Te estoy pidiendo un permiso, te estoy pidiendo un favor, salvarías a esta alma atormentada de una vida simple y de dolor?.
Soplo el viento y con el sé llevo aquella hoja marchita, que en la orilla de aquel balcón era la única compañia, de una joven vacía.
Un "gracias" le susurro al viento, le dedicó una mirada a aquel cielo oscuro, y una lágrima le dedicó a la luna ,la eterna espectadora de su agonía, pero todo eso no bastó para despedirse de este mundo pues en el lugar que se encontraba, una carta dejo para aquellos que la atormentaban...
"queridos demonios: adios."