CREYERON QUE SU MADRE LOS HABÍA ABANDONADO; 22 AÑOS DESPUÉS LA ENCONTRARON EMPAREDADA EN SU PROPIA CASA.
Ciudad de México.
Los hermanos Hernández García vivieron 22 años pensando que su madre, María Cristina Aguilar Garcia , los había abandonado, cuando en realidad fue asesinada y todo ese tiempo estuvo emparedada en su casa ubicada en el Barrio San Juan, en la delegación Xochimilco.
Luis Enrique, uno de los hijos de María Cristina, recordó ante el agente del Ministerio Público que su padre los abandonó y tiempo después su mamá se casó con Julio Ernesto López Suárez, un hombre mucho mayor de edad que ella.
Los hermanos Hernández García NO vivían en casa de su madre y su padrastro.
Cuando tenía 14 años, Luis Enrique buscó a su madre para pedirle dinero para unos zapatos, pero Julio Ernesto le comentó que "había salido a un evento religioso", sin embargo, 3 días después Luis Enrique regresó al domicilio para nuevamente buscar a su madre, pero esta vez se encontró con una casa vacía.
Los hermanos Hernández García comenzaron a buscar a su madre y su padrastro con ayuda de algunos vecinos, y presentaron una denuncia a las autoridades por la desaparición de la mujer, que en aquel entonces tenía 40 años de edad.
Después de este evento los hermanos Hernández decidieron quedarse a vivir en ese domicilio, y durante 22 años no volvieron a saber de su madre, quedándose con la idea de que ella los había abandonado.
En 2018, mientras algunos albañiles trabajaban en la remodelación de la vivienda, uno de ellos golpeó una de las paredes que se iban a derribar, y este golpe provocó que un cráneo humano saliera disparado del muro.
Inmediatamente los albañiles avisaron a Luis Enrique del macabro hallazgo.
Poco a poco comenzaron a buscar en el muro y se encontraron con un esqueleto, cuya vestidura era igual a la que llevaba María Cristina cuando fue vista por última vez con vida.Probablemente lo más macabro del hallazgo es el hecho de que el cadáver tenía las manos atadas hacia la espalda con cinta adhesiva, y con un trapo en la boca. En el muro donde se encontró había huellas de rasguños, lo cual hace pensar a las autoridades que la víctima fue ¡¡EMPAREDADA VIVA!!
Sin duda alguna un caso que viene a confirmar que la realidad supera, y con mucho, a la ficción.