Mi nombre es Laura, vivo en un pequeño departamento en la ciudad de Mar del Plata, Argentina. Estudio psicología y trabajo medio tiempo cuidando niños. Para una chica de 19 años, puedo decir que llevo una vida tranquila y feliz. No soy la clase de persona a la que le guste salir a bailar, ni tomar alcohol ni malgastar el dinero en cosas innecesarias, lo cual hace que pueda ahorrar y mantener mis estudios y mis gastos sin ningún problema.Hasta ahora ustedes se preguntaran, y en que momento tu vida se complico tanto como lo describias? Y con serteza les puedo decir que mi vida cambio por completo ese 17 de Noviembre.
Volvía de mi trabajo e iba camino a la universidad cuando la vi, en una esquina llorando desconsoladamente, y para una chica amante de la psicología como yo, sentí la necesidad de saber porque aquella chica se encontraba en ese estado.
Me acerque, y le pedí permiso para sentarme a su lado. No contestó y siguió llorando, lo cual lo tome como un si y me senté.
-Por qué lloras? (Qué forma más sutil tuve de empezar la conversación, a veces puedo llegar a ser muy directa.)
-Eso no es de tu importancia (contesto sin dejar de llorar, y debo decir que costo entender lo que quiso decir)
-Esta bien, puede ser que suene como metida, pero estudio psicología, me interesa mucho lo que le pasa a los demás, y no te alteres, solo quiero ayudar. (Trate de sacar mi voz más dulce para no espantarla).
-Y eso que me importa a mi? Todos los psicólogos son iguales, les importa los problemas de los demás, porque es la única forma en que ganan dinero, fingen interés. Pierdes tu tiempo, así que largate.Debo decir que esas palabras me molestaron. Por qué todos piensan así de los psicólogos? Me dieron ganas de irme y dejarla llorando, pero algo dentro de mi, me decía que esa chica necesitaba ayuda, y mucha.
-Oye! No te voy a permitir que me hables así, quiero ayudar! Se que no te conozco, y vos tampoco a mi como para hacer esas suposiciones, y sabes qué? No todos los psicólogos son así. Solo quería darte una mano, pero si no quieres perfecto, adiós.
En ese momento ella levanto la mirada por primera vez y me miro fijo. Sus ojos se clavaron en los míos, debo decir que su mirada me erizo la piel. Ella era realmente hermosa! Hasta el día de hoy no puedo olvidar esos ojos llorosos mirándome fijos, esa mirada triste, melancólica, y hermosa, muy hermosa.
-Por favor, perdoname. (Exclamo apenada la chica). No quise tratarte así, pero tienes que admitir que hoy en día, quien cuenta sus problemas a un completo extraño? (sonrió apenadamente y se seco una lágrima)
-Tienes razón, y ni siquiera me he presentado, me llamo Laura! Y tu?
-Carmilla, mucho gusto.
-Carmilla? Que raro nombre! Pero me gusta.
-Si, dímelo a mi! Parece que a mis compañeros no les basta con burlarse de mi por mi sexualidad, que también usan mi nombre como objeto de burla.
-Tu sexualidad? Por eso llorabas? Qué te han hecho? (Le di mi pañuelo al darme cuenta de que no tenia ninguno en mano).
-Que no me han hecho mejor dicho. Hace unos 3 meses tuve la brillante idea de declarar por primera vez mi amor a una compañera, la chica corrió asustada, como si fuera a contagiarla de ebola o algo así jaja. Su rechazo no fue lo que me dolió tanto, sino que todos se enteraron y ahí comenzaron sus burlas. Acaso es tan grave que me haya gustado una chica?
-No, tranquila! No lo es, en mi universidad hay más diversidad sexual de la que te puedas imaginar jaja por dios, es el siglo XXI ! Hasta cuánto será considerado algo tabú? No les hagas caso, si ellos te juzgan por tus elecciones, claramente no merecen tu atención. Gente así de ignorante, mejor ignorarla.
Carmilla volvió a sonreír, y me sentí muy bien sabiendo que al menos pude sacarle una sonrisa.
Continuamos hablando un buen rato, hasta que me percate de la hora, y que estaba llegando tarde a clases. Me despedí de ella, y me fui lo más rápido que pude.
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El amor tiene sacrificios (Yuri-LGBT)
Teen FictionSacrificios, la vida está llena de ellos. Es algo inevitable, pero... Hasta que punto sacrificaríamos nuestra vida por amor?