Blue y el Indoraptor

Capítulo 15

De pié... Te quiero de pié!

*

Aquella última explosión los dejó desorientados, aterrados, y nadie podía negarlo. Sus corazones bombeaban con tal fuerza, que podían escucharlo cómo si estuviera a punto de salir de sus gargantas

Ésta vez, no había a dónde correr

No podían huir

A simple vista, sólo había un montón de animales. Pero entre ellos, pequeños no hacían más que esconderse, pegándose a sus madres, las cuáles trataban de mostrarse firmes, en cuánto ellas mismas eran victimas del miedo. Al borde del colapso, eran arrastradas al tumulto del desespero

Cada vez más empujones

Discusiones

Pánico

Miedo

Buscaban con la mirada una salida, pero no la había. Sus miradas erráticas y desesperasas repasaban el mismo camino una y otra vez en lo que no podían quedarse quietos, lo que aumentaba la inquietud

Pero el bullicio fue apaciguado tras un helicóptero hacerse escuchar de repente, dando acto de presencia a la distancia. Tal objeto empezó a soltar un líquido con la intención de apagar parte del incendio forestal

Por unos instantes, sintieron alivio tras ver que quizá aún había una salvación. Pero sus esperanzas fueron aplastadas tras un explosivo impactar contra el helicóptero. Todos jadearon de sorpresa, impactados por haber presenciado aquel suceso

En parte, no podían creer que ésos humanos eran capaces de matarse entre sí con tal de acabar con ellos. El objeto de metal explotó en mil pedazos, en llamas igual que aquellas partes del bosque, que pronto los alcanzaría a ellos. Las brasas avanxaban con fuerza y firmeza

-¿¡Qué vamos a hacer!?

-¡Esto es un desastre!

-¡Estamos perdidos!

-¡¡Tenemos que salir de aquí!!

Ésas eran unas de las mil voces que gritaban al mismo tiempo. Hasta que una se alzó entre todas, un Pterodáctilo

-¡Son los humanos! ¡Están en el oeste, y vienen para acá! ¡¡Traen jaulas!!

Éste último gritaba a todo volumen con tal de ser escuchado, en lo que el resto miraban exaltados aquellas máquinas a la distancia, dónde se escondían ésos seres, los cuales venían a por ellos. Ante esto, la mayoría se encontró a sí mismos retrocediendo

Asustados

Las exclamaciones y susurros maníacos volvieron con más fuerza, nadie parecía dispuesto a hacer lo que debían hacer

Hasta que alguien finalmente habló

-¿¡Qué les pasa!? ¡Vienen a por nosotros! ¡¡Tenemos que defendernos!!- Gritó una Barionyxs, captando la atención de los demás

Todos se callaron, apenas la miraban, nerviosos. Incrédulos

-¡¡No podemos quedarnos aquí sin hacer nada!! ¡O sino vamos a...!