La alejaría y el dolor.

Aprendiz!

Nuestra, querida peli naranja se encontraba afuera de la empresa, estaba nerviosa, como puedo aceptar, pero quería que Dazai supiera que ya lo estaba dejando atrás, ella era una mujer valiente así que sin más puso un pie en el primer escalón, para así volver a retroceder.
Tranquila Chuuya, respira lento. Cuenta hasta 10
1....2....3.....4.....5.....6.....7.....8.....9.....10
Bien ya estaba más tranquila.
Sin más que pensar dentro a la empresa, lo primero que vio fue que era grandísima y espaciosa de adentro, y eso que solo era el primer piso.

-Señorita, necesita ayuda?-Pregunto una joven muy bien vestida.

-Vengo a ver al la señorita kouyo.

-Oh! Eres Nakahara Chuuya, ven conmigo yo te guiaré-Chuuya se sentía más tranquila gracias a la joven.

Y así la siguió, subieron al elevador para que ella presionara el n11 y así empezar a subir.
Era todo tan de cristal, por lo menos Chuuya lo sabía gracias a la gran iluminación que tenía la empresa, agradecía que el cristal solo mostrara lo de afuera, y no se refregará tanto la imagen de ella. Si no podría avanzar. Gracias a su madre logro superar un poco su trauma por ver al espejo, ahora soportaba un poco más verse. Aunque si pasaba mucho tiempo los complejos la asechan de nuevo.

-Señorita Chuuya, ya llegamos, por favor sígame.

Salió del ascensor para pasar por largo pasillo que estaba decorado por muchas mujeres hermosas, al igual que imágenes de vestidos que ella claramente conocía eran vestidos famosísimos. Aunque ahora que lo pensaba.
La empresa se llama kouyo lifestyle. Nuestra pequeña oji azul empezó a memorizar de donde había escuchado esa marca.
Carajo, era una de las marcas más exitosa en estos tiempos, como carajos no se dio cuenta antes.
Tenía que salir de aquí, iba a darse la vuelta para regresar cuando escucho la vos de la secretaría.

-Señorita, la señora kouyo la está esperando-Dijo la joven para abrir la gran puerta y así retirarse.
Al dentar vio la hermosa oficina, por todos lados se mira lo costosa que eran cada una de las cosas que la decoraban.
Y en la gran mesa, se encontraba ella: con su hermoso pelo trenzado dejándose siempre su hermoso flequillo. Sus ojos pintados de un hermoso color azul combinado perfectamente con sus bellos ojos rosas.
Su boca con un tono rojo potente.
En su cuello postraban unas hermosas joyas que ella misma había diseñado.
Y un hermoso traje azul.
Chuuya había quedó hipnotizada por la belleza de esa mujer.

-Querida, sí viniste-Comentó para levantarse y así acercarse a nuestra pequeña qué seguía hipnotizada por ella. Ella era realmente alta.

-Hola, buenos días-No le salían las palabras de su boca.

-Bien, siéntate tenemos que hablar sobre el contrato-Dijo para volver a su asiento y mostrar el que estaba delante de ella, dando a entender que se sentara ahí, Chuuya inmediatamente se sentó.

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Al pasar un año, empezó a ver más como modelo. Las clases de caminata que recibía, las de pose, las de baile, las de pasarela. Incluso tenía citas con un psicólogo que kouyo había conseguido especialmente para ella, citas con un nutriente, un dermatólogo incluso con un ginecólogo.
También tenia un entrenador profesional.
Su trauma por su imagen mejoró, no del todo pero ella sabía que había logrado mucho en un año. Había logrado mudarse a un lugar mejor, por fin había dejado los barrios bajos, se vino su mamá con ella y Odasaku quien no la había dejado de apoyar, él había conseguido un lugar también junto a su pareja quien era una hermosa mujer llamada Ango, quien al parecer era detective. Incluso no pensaba demasiado en Dazai por estar tan ocupada, incluso hizo amigas nuevas y amigos. Por ejemplo en unos meses le preguntaron si conocía a alguien que quisiera que modelaran también.
Y ella pensó él los hermanos Akutagawa.
Habían mejorado aunque todavía les faltaba mucho decía Kouyo.
También conoció a una hermosa chica llamada Jouno quien tenía un novio que modelaba al igual que ella quien se llama Teccho. Hacían una hermosa pareja.