La Miko del Regreso (Mushoku Tensei)

Prólogo

En el año numero 500 del calendario del Dragón Blindado.

En ese año, una jovencita de naturaleza inusual nació.

Los ojos de esa niña eran similares a los de un muerto. Sus pupilas lucían vacías desde la hora de su nacimiento. Y quien se atreviera a ver a través de ellas, vería un profundo abismo de muerte y desesperación.

Y en aquellos tiempos la gente que la rodeaba la llamarían siempre "La Miko del Regreso", mientras era arrebatada de su verdadero nombre en el proceso.

Los adultos y niños alrededor suyo pensaban en ella como un ser ominoso. Un ser muerto en vida, sin emociones. Era la razón por la cual la gran mayoría se mantenían alejados de lo posible de ella.

Pero la niña estaba consiente de eso. Su semblante de chica muerta se debió a que ella conocía perfectamente la clase de destino que le esperaba. Estaba consiente incluso antes de su nacimiento. Aunque los años que vivía eran muy cortas, ella los había vivido incontables veces.

Ya que, la Miko del Regreso debía soportar la inevitable maldición de revivir una y otra vez. También sería un error decir que la niña vivía la misma vida. Seguía repitiéndola, aunque con ligeras diferencias.

Una vida con sólo algunas ligeras diferencias. Sin embargo, la conclusión era siempre la misma. No había nunca gran cambio en lo que ocurría, y siempre acababa en la misma posición una y otra vez.

Claramente la niña siempre moría. La muerte no es algo que pueda ser evitado por nadie, pero la muerte de esta niña era una atrocidad.

Luego de que ella fuera manipulada por todo el país como una herramienta, mientras experimentaba el repudio y desprecio de quienes la rodeaban en su pueblo sin importar si estos eran adultos o niños, ella siempre era atrapada por el enemigo y moría, igual que un juguete por el que se pelean los niños.

Por supuesto, la Miko trató de huir de su destino al principio. Mientras escondía su poder, intentaba vivir su vida entera junto a su madre y padre.

Sin embargo, era inútil. Por alguna razón, una vez alcanzaba los 5 años, un grupo de soldados llegaban al pueblo y se la llevaban.

Ella intentó huir de la villa antes de que los soldados llegaran. Pero esto fue inútil también. O era devorada por las bestias, o atrapada por bandidos o secuestradores. Luego de ser atrapada, era vendida a varios lugares hasta llegar a manos del Rey. No importaba lo que ella hiciera siempre era capturada, y llevada hacia el reinado de aquel país, mientras era alejada de su hogar para siempre.

Y la razón de ello, era muy simple. Ella tenía un poder especial, aparte de vivir la maldición de volver a nacer en este mundo como una Miko.

Ella podía rebobinar el tiempo de un objeto o un ser vivo hasta un máximo de 24 horas. Esto no era diferente a decir que ella podía resucitar a los muertos hasta un día después de su muerte. Y era suficiente para que fuera empleada como una herramienta táctica para el gobierno en los siempre latentes conflictos bélicos para un país.

Para un rey, ella era la carta de triunfo y de la supervivencia definitiva para su país. Sin embargo, aquella chica estaba siempre destinada a experimentar un sufrimiento incalculable, y una muerte atroz. Así como no importara las veces que ella lo intentara al tratar de escapar con sus padres, no pudo evitar el ser encontrada y aprisionada por el rey.

La niña tampoco pudo evitar ser asesinada brutalmente a la edad de 10 años. Mientras en términos generales, su vida siempre terminaba pasando por los mismos puntos. Los detalles horrendos de cómo sufría o moría, eran lo único que sí parecía cambiar.