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Es un trato (Apolo x Simo)

(es la primera vez que escribo este tipo de cosa espero que le guste es 18+)

—Como, ¿Como llegué aquí?—Eso pensaba una mujer con una cicatriz en la mejilla izquierda, su abrigo favorito tirado en otro lado de la habitación, con la camisa levantada mostrador su sostén, ni tenía su tela que le cubre la cara, mientras que sentía en como le mordía y chupaban el cuello, soltando ligero gemidos al oído del dios Apolo—Oh ya me acordé tengo un maldito trató con él—

Simo estaba en contra de la pared de una habitación siendo rodeada y abrazada por Apolo con las piernas abrazados a su cintura, quien como se mencionó antes le estaba lamiendo y chupando su cuello, apolo dejó abundantes marcas de amor y de lápiz labial en sus mandíbulas, cuello y hasta las clavículas, todo mientras obtenía gemidos suaves y gemidos bajos como premio mientras que sus manos recorría todo su cuerpo, desde sus muslos hasta sus caderas, cintura y luego su pecho.

Deteniéndose allí, el dios lujurioso jugó con sus montículos; acariciándolo suavemente mientras trataba de encontrar dónde estaban sus pezones. Cuando finalmente lo encontró, dejó escapar una sonrisa arrogante y pasó el pulgar sobre él. Disfrutando los hermosos sonidos que salía de su linda boquita.

Apolo no podrá resistir más comenzó a mover a frotar suavemente en sus partes privadas a Simo sintiendo en como ella le aprestaba los hombros dejo su cuello para mira esos ojos café claro rasgados quien estaba algo nublado. Acercando su rostro al de ella, el dios griego agarró su rostro con una mano y aplastó sus labios con los suyos en una pasión ardiente. Sus dientes mordiendo y lamiendo con su lengua a eso labios rojos, tratando de encontrar el camino hacia el interior de su boca. Sintiendo su otra mano ociosa, apolo ocupó su mano libre poniéndose debajo del sostén directo al pecho de Simo; apretándolo para ver más reacción de la belleza invernal.

—Sus labios son más delicioso que lo que me he imaginado—Pensaba Apolo quien presto más fuerte cuando Simo soltó un quejido atrás ves del beso, ¿En dónde ella había estado?, Ella una simple humana lo estaba volviendo loco de lujuria y eso que apenas estaba empezando y ya quiere está dentro de ella, era tan hermosa incluso con esa fea cicatriz que le da un toque de hermosa mujer guerrera.

La impaciencia creció dentro de él cuando sintió que una tienda de campaña crecía debajo de sus túnica soltando un gran Jadeo de Simo al sentirlo.

Aprovechado la oportunidad, su lengua finalmente penetró en el interior de la boca de la mujer, Apolo no perdió tiempo para explorar aún más; llegando a todos los rincones y grietas, casi asfixiándola en el proceso pues sentía pequeños golpes a su pecho. El pezón que su otra mano estaba tocando finalmente se había animado y el dios del sol estuvo tentado de pellizcarlo que lo hizo que ella soltó un chillido. Un rastro de saliva se formó entre ellos cuando el dios soltó su beso apasionado.

Viendo orgulloso en como Simo trataba de recuperar el aliento, el dios griego cargo a la finlandesa a la cama y la acostó suavemente, Apolo se arrodilló en la cama, poniéndose sobre Simo, ambos mirándose fijamente, la finlandesa se estira, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Apolo antes de tirar de él hacia abajo con ella.

Al darse cuenta de la cicatriz en su mejilla una vez más, Apolo la acarició suavemente, casi con amor. El dios inclinándose para volver a presionar sus labios contra los de Simo. Quien aceptó con gusto, mientras que Apolo enredó sus dedos en los cortos pero suave de su cabello, obligándola a permanecer quieta. La soldado gimió cuando la besó, suave y fugaz al principio, la tensión en su figura le hizo temblar debajo de él. Cuando no pudo alejarse, Apolo suspiró e inclinó sus labios sobre los labios rojos de Simo con firmeza, sus dientes mordisqueando ligeramente en su labio inferior.

Simo mantuvo la boca completamente cerrada para molestarlo, pero no pudo evitar el jadeo que permitió que la lengua de Apolo accediera cuando su mano libre se movió para ahuecar y amasar en el seno derecho otra vez debajo del sostén. Pasó su pulgar sobre su pezón, frotando el brote endurecido tan lentamente como hundió su lengua dentro de su boca. Un gemido profundo y hambriento retumbó en su pecho, y los ojos de Apolo se cerraron, casi dichosos, mientras que sus dientes raspaban su lengua.

Simo se estremecer de placer y deseo. Un maullido suave y ahogado salió de su garganta, Las manos de Simo se deslizan hacia arriba, enredándose en el hermoso cabello rosa de Apolo, con cuidado, ella tira y Apolo gime en su boca, su propia mano encuentra agarre en sus tetas. Aprieta con fuerza, la polla se contrae ante el grito ahogado de sorpresa de Simo, antes de que sus pulgares froten círculos tranquilizadores para compensarlo. Se sentías rodeada por él, cubierta por el dios por completo, y tan complacida.