no

65 5 1
                                    

Lo vi en la mañana, yo estaba feliz, le había contado mi reciente compromiso con Nahuel, el portero de nuestro equipo, veía sus ojitos bicolor apagarse mientras le contaba los detalles de cómo le pedí matrimonio a Nahuel y la reacción de este, cuando termine el solo se despidió dándome una palmada en la cabeza y se fue a la habitación, estábamos lejos de México, habíamos viajado antes a modo de hacer turismo un par de días, y pues aproveché en pedirle la mano a mi novio, en mi mente ya imaginaba las invitaciones, color crema con un pequeño listón amarillo y azul con nuestros nombres escritos en cursiva "André y Nahuel" , el solo pensarlo hacia que mi corazón se acelere, pero también sentía preocupación al ver la reacción de Diego, era mi mejor amigo desde que llegó al equipo, como su mayor yo lo tome bajo mi cuidado, cuando le pedí en la mañana una explicación me dijo que solo estaba cansado

- Estoy feliz, solo que ayer caminamos mucho y pues ando cansado, pero ojo si no soy el padrino me voy a enojar

Escucharlo decir eso me lleno de tranquilidad.

En la noche escuché unos pequeños gimoteos provenientes de la habitación de Diego, fui hacia allá para averiguar qué pasaba, entre sin avisar, una mala costumbre mía

- Diego? Estas bien? Tienes pesadillas, Chaparro?

La oscuridad me impedía ver su rostro, me hubiera gustado verlo en ese momento

- Ah.. si solo que me atore y no quería toser muy fuerte para no despertarte, deberías estar durmiendo

- Estoy esperando a Nahuel, salió con Sebas y los chicos a beber algo, sabes que yo no soy  de eso y pues me quedé, quieres que te haga compañía?

No me atrevía a entrar a la habitación de Dieguito, sentía que había una pared invisible entre nosotros, era doloroso

-Nah wey, luego el Nahuel va a pensar que andabas haciendo cochinadas conmigo y se va a cancelar tu boda, anda a dormir, mañana tenemos entrenamiento desde temprano para pasado mañana...no queremos perder, más bien dile a esos weyes que se regresen temprano no quiero que perdamos por su culpa

Le vi hacerse bolita en la cama

- Cierto, nos vemos mañana, a ver si nos da tiempo de salir los dos quiero empezar a planear las cosas, comprar algunas cosas aquí y enviarlas a México, y necesito al padrino a mi lado

No escuché una respuesta, me fui a mi habitación y espere a Nahuel, tardo demasiado y me quedé dormido
Al día siguiente fui despertado por mi novio, fuimos a desayunar, ahí ya estaban todos en el salón de aquel hotel, todos ya comían, vi a Diego hablando con Sebastián, estaba feliz sonreía de forma hermosa, era la primera vez que veía que no me buscaba con la mirada y parecía muy concentrado en hablar con Sebastián, fue la primera vez que sentí celos

- Oye amor, si Diego va a ser tu padrino entonces el mío será Sebastián, si? Sirve y que quizá pase algo entre ellos, si harían linda pareja no?

- no que crees? Dieguito merece a alguien mejor Sebastián está bien pero ..mehh

Dieguito merece a alguien mejor, a alguien que lo cuide que lo quiera alguien como yo

- Ah cabron pues si al mejor hombre yo ya lo tengo y no voy a soltarlo

Escuché su pequeña risa, también sonreí, Nahuel me amaba y yo también, por eso me iba a casar con el

Llegó el día del partido, fue increíble, a excepción de Diego, lo veía distraído ausente, no atinaba ningún tiro, termine enojandome con el

-Nique ta mere! Diego!! J’en ai marre de ton caractère, tu me fais chier

- Ya cabron!!

Fue lo único que hablamos ese día, en la noche otra vez escuché gimoteos provenientes de la habitación de Diego, esta vez no pude ir, tenía a Nahuel a mi lado abrazándome, habíamos terminado una sesión de celebración, pues habíamos ganado

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 11, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Silent cry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora